Izquierda Unida arrancó la campaña con "mucha ilusión" y con  la tradicional pegada de carteles en un acto en el que la número dos de la candidatura por Cádiz, Inmaculada Nieto, lanzó una petición a la ciudadanía: "que se rebele contra la resignación", dijo, a la vez que reclamó esa "rebeldía, que hace falta llevar a las instituciones para darle la vuelta a la tortilla y para parar la derecha y las políticas de derecha".

Nieto, que estuvo acompañada por la también candidata Ceferina Peña, animó al trabajo durante estos próximos 15 días con la satisfacción de saber que "tenemos argumentos y nos asiste la razón, y el sentido común y la sensibilidad, porque nos duele lo que está pasando".

Inmaculada Nieto destacó que la coalición representa la izquierda real, "que quiere transformar la sociedad, y estamos convencidos de que se puede hacer con políticas que blinden la calidad de vida y la garantía de los servicios públicos". Habló de la lucha contra el fraude fiscal y de que contribuya quien más tiene "para poderle brindar oportunidades a quien más lo necesita, la gente sencilla, las víctimas de esta crisis y los únicos que  estamos pagando sus consecuencias, en la destrucción de empleo, la precariedad y en vivir cada vez unas condiciones más difíciles".

 Nieto se refirió a una campaña "difícil", con menos recursos que otras formaciones, pero insistió en esos argumentos "muy sólidos" para que se pueda abrir paso en Sevilla un grupo parlamentario "lo suficientemente  grande como para poder garantizar que las medidas que se tomen en Andalucía en los próximos cuatro años sean políticas de izquierda".