Un equipo de psicólogos y trabajadores sociales del Ayuntamiento de Lebrija lograron entrar ayer por la tarde en el domicilio en el que habita la familia de la niña de diez años que se convirtió en madre tras dar a luz en el hospital de Jerez hace hoy diez días. El Ayuntamiento lebrijano investiga en estos momentos el arraigo o no de esta familia en dicho municipio porque sólo una tía de la menor en cuestión figura en el padrón y existen informaciones "contradictorias" acerca del origen y el itinerario de estas personas.

La alcaldesa de Lebrija, María José Fernández, informó ayer por la tarde que un equipo de psicólogos y trabajadores sociales visitó el domicilio de la calle Tejar, donde figura censada una tía de la menor de edad. Al margen de esta familiar, que sí figura en el padrón municipal, el resto de miembros de la familia no habría recurrido nunca a los servicios sociales o al centro de salud del municipio, según los datos recabados por el Ayuntamiento.

De esta visita se desprende, según la alcaldesa, que la familia habita una vivienda "muy humilde", pero sus condiciones de vida no serían "preocupantes". La pediatra del centro de salud reconoció a la menor y al recién nacido y practicó las correspondientes pruebas al bebé, sin identificar "ningún tipo de problema".

Sobre la procedencia y devenir de la familia en cuestión, la alcaldesa informó que existen versiones "contradictorias", ya que "la madre de la menor dice que habían venido hasta aquí para una boda y que ella llegaba embarazada desde de Rumanía", si bien el Ayuntamiento no goza de información exacta a cuenta de las citadas contradicciones.

Cabe destacar que entrar en el domicilio de la familia de la niña rumana no fue fácil, ya que hasta la alcaldesa les advirtió que si persistían en su actitud accederían con una orden judicial y con protección policial. Cabe destacar que desde que Diario de Jerez destapó los hechos, la familia eludió cualquier contacto con los servicios sociales del Ayuntamiento de Lebrija.

Ayer por la mañana, cuando la menor junto a su madre y otra familiar regresaban al piso se sorprendieron por la presencia de cámaras y fotógrafos, y le taparon la cara con una prenda de vestir mientras que otra pariente intentaba alejar a los periodistas.