La muerte tenía un precio, según Sergio Leone. En efecto, morirse sale por un pico. El difunto, desde luego, no se entera del montante que tiene su marcha de este mundo. Aunque muchos lo han sabido mientras, en vida, han estado soltando la panoja en forma de cuotas porque, ya se sabe, "quiero tenerlo todo arreglado para cuando me toque". Sea como fuere, el caso es que la muerte de un ser querido, además de un momento trágico, todo un trauma, supone también un importante desembolso económico. El bolsillo entra en coma. También, él, queda tieso como la mojama.

Por ello, una empresa de Benalmádena (Málaga) dedicada al tránsito de personas al más allá, Funeraria Camero, organizó un curioso sorteo, único hasta el momento, en el que el ganador recibirá un plan funerario completo. El jueves llegó el momento de la verdad, y el alcalde de la localidad, Enrique Moya, fue el encargado de elegir, entre las más de mil papeletas depositadas en un ataúd, que hizo de urna, el boleto ganador.

Tras mover las papeletas y mezclarlas bien, finalmente un vecino extranjero residente en Alhaurín de la Torre resultó agraciado con el premio. En el paquete se incluyen los gastos administrativos, la gestión de la documentación, la capilla, el féretro, la cremación y la urna para guardar las cenizas. "También incluimos la guarda y custodia del cuerpo durante varios días en la cámara frigorífica, una opción pensada para los extranjeros. Todos los servicios están valorados en unos 2.700 euros, aunque no hemos incluido las flores ni el párroco", explicó Salvador Camero, gerente de la entidad.

El ganador podrá ofrecer su premio a quien quiera, puesto que el paquete no es personal. Sin duda, una forma curiosa de promocionar los servicios de esta empresa entre la población, sobre todo entre la comunidad extranjera, ya que incluso después de acabar el plazo del sorteo seguían llegando papeletas de interesados por correo.