Ya podemos decir a boca llena que nos encontramos en verano, una estación a la que hemos recibido con los brazos abiertos coincidiendo con la "nueva normalidad" y el fin de la desescalada en Andalucía, una tierra precisamente inundada por el sol y sus altas temperaturas.

Sin embargo, ahora que se nos aconseja viajar por nuestra comunidad, para conocer la geografía propia, proponemos seis preciosas villas andaluzas, algunas de ellas ubicadas en espacios naturales protegidos, donde el termómetro sugiere que no debemos olvidarnos del todo de alguna prenda de abrigo mientras hacemos turismo. ¿Te animas?

Panorámica de Grazalema.

Grazalema (Cádiz)

Grazalema, el corazón de la Sierra que lleva su mismo nombre, es un pintoresco pueblo de casas blancas que encierran siglos de historia y cuyo casco histórico, declarado Conjunto Histórico, combina la típica arquitectura popular con una riqueza monumental que impresionará a cualquiera de los viajeros que quiera deleitarse con un paseo entre sus estrechas y frescas calles.

Famosa por sus tradiciones y sus gentes, a partir del próximo año el encanto de sus fiestas estivales y monumentos pasarán a ser conocidas a lo largo del mundo gracias a su acreditación como uno de los Pueblos más Bonitos de España.

Detalle de Bubión.

Bubión (Granada)

Las frescas temperaturas nocturnas son más que buscadas en esta localidad granadina, cuyo centro histórico de fue declarado Conjunto Histórico en 1982. Este municipio ha sabido conservar la esencia de su arquitectura de origen árabe, época en la que alcanzó su mayor esplendor. Cuenta con monumentos en la parte antigua como la Iglesia mudéjar de Nuestra Señora del Rosario o el museo etnográfico.

La riqueza artesanal y cultural de Bubión hace que, paseando por sus singulares calles, nos encontremos múltiples talleres textiles, donde se pueden encontrar bordados sobre tul, una labor tradicional que continúa desde el siglo XVIII, así como galerías de arte, pues la tranquilidad, el silencio y la pureza de Bubión llevaron a muchos artistas de todo tipo de épocas a refugiarse en la villa en busca de inspiración y temperatura ideal.

Panorámica de Trevélez.

Trevélez (Granada)

Volvemos a la provincia granadina y visitamos uno de los pueblos más altos de España (lo que redunda en su clima fresquito). Se encuentra a los pies de Sierra Nevada y sus barrios se alzan por encima de los 1.476 metros de altura, recostados sobre acusadas pendientes que caen desde el pico Mulhacén.

Trevélez es un pueblo blanco como la nieve, rodeado de barrancos, pedregales y arroyos de aguas frías y cristalinas que descienden por los valles de la Alpujarra hasta descansar en el río Guadalfeo.

Su deliciosa gastronomía y su famoso jamón terminarán de enamorar al cansado viajero que volverá en cualquier época del año sin ningún género de dudas.

Castillo de Segura de la Sierra.

Segura de la Sierra (Jaén)

Este bonito pueblo jiennense ofrece temperaturas muy agradables en verano, uno de los motivos por los que es visitado, además de por sus monumentos como el Castillo Mudéjar de origen musulmán (con categoría de Monumento Nacional) que evoca a tiempos pasados.

De hecho, esta villa imperial se encuentra próxima a Sierra de Segura, Segura y las Villas y forma parte de la conocida Ruta de los Castillos. Cuenta, además, con magníficas panorámicas de toda la comarca y del parque natural si llegamos a la cima del monte Yelmo.

Además, los amantes del senderismo, el vuelo libre y el montañismo tienen en Segura de la Sierra un lugar perfecto para practicar sus aficiones.

Vista de Constantina.

Constatina (Sevilla)

Esta hermosa localidad sevillana se encuentra ubicada en el Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, dentro de una frondosa vegetación inmersa en la naturaleza, lo que incide en sus bajas temperaturas durante la época veraniega.

Destaca y es digna de visitar su antigua fortaleza, que conserva la planta de época almorávide y algunas de las torres que custodiaban sus murallas. En las faldas del castillo se apiñan las sinuosas callejuelas de la Morería, el barrio más antiguo de la localidad.

Carnes, caza, chacinas y embutidos, además de la gastronomía local, serán también un buen motivo de visita para los viajeros de buena pitanza.

Panorámica de Alájar.

Alájar (Huelva)

El municipio onubense se encuentra rodeado por frondosos bosques de castaños, alcornoques y encinas que aprovechan la presencia de numerosas fuentes y manantiales y embellecen el paisaje.

El entramado urbano de esta localidad, ubicada en el Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, está lleno de encanto, al igual que el trato con sus gentes.

No nos podemos perder cómo las viviendas abren en los muros de tapial pequeños vanos con cercos inspirados en la arquitectura barroca andaluza. Buena temperatura y belleza, sin duda, el tándem perfecto para visitar esta localidad y su zona de influencia.