Los centros de cría en cautividad del lince en El Acebuche (Doñana), La Olivilla (Jaén) y el zoológico de Jerez están llenos de vida este otoño. Hasta 52 linces, 28 capturados en la naturaleza y 24 nacidos en cautividad, se encuentran actualmente en estas instalaciones y pronto se incorporarán a estos espacios dos animales más capturados de la naturaleza. La cría en cautividad del lince crece exponencialmente desde que en 2005 nacieran los primeros ejemplares en El Acebuche y la directora de este programa, Astrid Vargas, considera que se están adelantando a los planes previstos.

Una vez se disponga de un total de 60 ejemplares, lo que preservará en un 85% la variabilidad genética de esta especie, podrá plantearse la reintroducción del lince en territorios de los que ya ha desaparecido. El Valle del Guadalmellato, en Córdoba y el del río Guarrizas, en Jaén, son las zonas en las que se prevé la primera suelta de ejemplares en torno al año 2010.

El crecimiento del programa de cría ha obligado ya a duplicar este año las instalaciones de El Acebuche, que alberga 15 jaulones para linces nacidos en cautividad, y las de La Olivilla, que suma 23. En un futuro próximo, ademas, se prevé la puesta en marcha de nuevos centros en Granadilla (Extremadura), Silves (Portugal) y Villafranca de Córdoba.

Astrid Vargas destacó que el aumento exponencial de la tasa de reproducción -dos ejemplares en 2005; tres en 2006; seis en 2007 y los trece de este año-, permite acelerar los planes previstos, lo que ha sido posible gracias a los conocimientos adquiridos sobre el manejo del felino más amenazado y del que sobreviven unos 200 ejemplares en libertad en Sierra Morena y en Doñana.

Aunque la buena marcha del programa de cría en cautividad y la entrada en funcionamiento de nuevos centros supone un colchón de seguridad frente al riesgo de desaparición del lince, Vargas reitera que este proyecto sólo debe de entenderse como una herramienta de apoyo a la conservación en libertad.