Juicio de los ERE

Los peritos, Moisés y el "mandamiento" de las transferencias de financiación

  • La defensa del ex viceconsejero de Economía José Salgueiro ironiza al afirmar que el jefe de los peritos de la IGAE, Ángel Turrión, "no es Moisés bajando del monte Horeb" y portando "el undécimo mandamiento" sobre las transferencias de financiación

La ex consejera de Economía Magdalena Álvarez y el viceconsejero José Salgueiro, en el juicio.

La ex consejera de Economía Magdalena Álvarez y el viceconsejero José Salgueiro, en el juicio. / josé manuel vidal / EFE

El abogado Luis Aparicio utilizó este miércoles la ironía en su informe final en el juicio de los ERE para tratar de desmontar algunas de las tesis que mantienen la Fiscalía Anticorrupción y las demás acusaciones. El letrado, que representa al ex viceconsejero de Economía José Salgueiro, ha criticado el informe pericial realizado por los peritos de auxilio judicial de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) y así ha afirmado que el jefe de estos peritos, Ángel Turrión, "no es Moisés bajando del monte Horeb" con las tablas de la ley y portando el "undécimo mandamiento: no usarás las transferencias de financiación más que para compensar la cuenta de pérdidas y ganancias".

De esta forma tan gráfica, Aparicio ha rechazado, como el resto de las defensas que le han precedido y en contra del criterio de los peritos oficiales, que las transferencias de financiación sólo puedan utilizarse para equilibrar la cuenta de pérdidas y ganancias de la agencia IDEA, sino que podían tener un destino finalista para el pago de las ayudas sociolaborales de los ERE y distinto al "uso torticero" que le atribuyen las acusaciones.

El defensor ha atribuido la falta de fiscalización previa de las ayuda a la gestión realizada por la Consejería de Empleo, por cuanto ha afirmado que si no hubo fiscalización fue porque "el órgano gestor no cumplió la obligación legal" y así ha añadido que no podía entrar en la cabeza "de nadie" que estas ayudas no iban a ser fiscalizadas. "Lo que no cabe en la cabeza es que el expediente no se pusiera encima de la mesa del interventor delegado en la consejería de Empleo", ha afirmado con vehemencia.

De igual manera, el letrado ha negado la existencia de prueba alguna que demuestre la teoría de la "conspiración o de la confabulación", según la cual los 21 ex altos cargos que están acusados se concertaron para crear un procedimiento que eludiera la fiscalización de las ayudas y su control posterior. La defensa ha dicho que no hay pruebas de reuniones, correos electrónicos, grabaciones, o testigos que impliquen a los acusados en esa supuesta trama organizada. "No existe ninguna confabulación o conspiración, es una pura elucubración ayuna de prueba alguna, ni directa ni indirecta", ha subrayado, para quien el uso de las transferencias de financiación "no era estrafalario o extraño, sino que era un procedimiento más" para trasladar los fondos públicos de la Consejería de Empleo al IFA, que se encargaba de ejecutar los pagos.

Luis Aparicio ha vuelto a usar la ironía para señalar que la Fiscalía Anticorrupción en relación con las tesis acusatorias "imagina, pero no prueba" y ha argumentado que el Ministerio Público y las acusaciones han utilizado la partida presupuestaria 440 del programa 31L como si fueran "los números de la Bestia", cuando esta partida "es inocua", y además el ex viceconsejero de Economía José Salgueiro "no tuvo competencias en materia presupuestaria", ni conoció el informe adicional de 2003 que alertaba de las deficiencias, llegando a preguntarse si existe la "prevaricación viviente", es decir, que pudiera haber cometido prevaricación simplemente por el hecho de haber sido elegido para el cargo de viceconsejero.

En varios momentos de su informe, ha criticado los esfuerzos del fiscal por "criminalizar algo que resulta atípico y anodino", y ha argumentado que si el Parlamento fue inducido a error con estas ayudas, cómo es posible que el ex viceconsejero tuviera conocimiento de que las ayudas concedía Empleo y las pagaba IDEA, "¿era mago?", se ha preguntado retóricamente, lo que le ha llevado a concluir que "la extraordinaria ligereza" con la que a su juicio el fiscal ha tratado a su cliente "es insoportable". Aparicio cerró su informe pidiendo únicamente "Justicia" en este caso.

A lo largo de su intervención, la defensa del ex viceconsejero ha reprochado las afirmaciones contenidas en el informe pericial de la IGAE, de cuyo portavoz, Ángel Turrión, ha destacado, no obstante, que es "un perfecto caballero, una persona educada, y un gran auditor del Estado", del que ha alabado además su "voz solemne y aterciopelada".

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