Andalucía

El parón de Rajoy

  • El presidente frenó la operación de Zoido para designar candidato a José Luis Sanz antes de Navidad, un cambio que sume al PP en el desconcierto.

"No hay tiempo suficiente ya". Ésa fue la respuesta que José Luis Sanz, secretario general del PP andaluz y alcalde de Tomares, le daba al periodista Carlos Herrera el jueves pasado durante un programa especial que Onda Cero retransmitió desde este pueblo del Aljarafe sevillano. Jueves, Carlos Herrera, un programa de gran proyección nacional y, en especial, andaluz, desde un pequeño pueblo andaluz. ¿Por qué? Para algunos en el PP se trataba de uno de los hitos mediáticos que se quedaron al descubierto después de que Mariano Rajoy abortase la operación para designar a Sanz como candidato del PP a la Junta, una operación que Juan Ignacio Zoido, presidente del PP, pilotó -por utilizar el verbo empleado por su entorno- con rotundo fracaso. El jueves de la semana pasada todo comenzó a correr; la esperada elección, la que liberaría al Zoido alcalde de su cargo de presidente del PP andaluz, se produciría en horas; Sanz comía el viernes con el jefe de la Radio Televisión Andaluza, Joaquín Durán, en un restaurante sevillano; las ondas servirían para dar la buena nueva; la operación se cerraría en un congreso exprés que se iba a celebrar en Sevilla el segundo o el tercer fin de semana de diciembre, y el pasado lunes, en la junta directiva nacional, se daría a entender que la designación, por fin, se había producido con la intervención directa de María Dolores de Cospedal. Pero, en esto, llegó Mariano Rajoy, el hombre de las decisiones lentas, y mandó parar.

"No hay tiempo suficiente ya", le dijo José Luis Sanz a Herrera. Posiblemente, ésta haya sido una de las peores semanas de su vida. Sanz, discreto donde los haya, se ha visto expuesto a una decisión directa de Rajoy, y no es que vaya a perder su oportunidad de ser el próximo candidato del PP a la Junta, pero la operación ha conseguido dos efectos: provocar en las filas populares un desconcierto aún mayor y dejar en evidencia a la secretaria general, María Dolores de Cospedal, tan versada, al parecer en los asuntos andaluces, como en otras tantas cuestiones internas de su partido.

Según explicaron dos presidentes del PP andaluz a este medio, en efecto, De Cospedal habló con todos ellos la semana pasada para cerrar la operación, pero ni se fijó la fecha del congreso ni se habló de un nombre en concreto. Al menos, algunos lo entendieron así. No todos, porque la crisis de esta semana también ha mostrado que la elección del candidato está abriendo brechas en este partido en Andalucía. Para los más críticos con Juan Ignacio Zoido, al que señalan, junto a De Cospedal, como los artífices de la operación, las llamadas de algunos notables a Rajoy para saber qué había ocurrido motivaron el enfado del presidente del Gobierno, que suponía que en Andalucía había un consenso pleno entre los ocho presidentes provinciales.

Los términos en que Rajoy se expresó el lunes en la junta directiva nacional fueron tajantes: lo que se había publicado -la inminente convocatoria de un congreso extraordinario para la elección de Sanz- no era cierto; quienes habían impulsado la presión mediática se equivocaban si iban a hacer mover a un hombre que ni el caso Bárcenas hace pestañear, y Juan Ignacio Zoido seguiría al frente del PP andaluz hasta la próxima orden. "Es la primera vez que el presidente interviene públicamente en asuntos internos del partido, de eso se suele encargar la secretaria general", explicó a este diario uno de los presentes.

"Rajoy -explicó una persona cercana a Zoido- agradeció el esfuerzo y la responsabilidad del alcalde en la dirección del partido. Le pidió que, efectivamente, esté hasta el último día desempeñando esas funciones. Y cuando pidió calma no fue para enfriar a Zoido, sino por lo publicado. Si quería haber parado a Zoido, pudo haberlo hecho pocos días antes en Sevilla en la boda del hijo."

De los presidentes provinciales del PP, los hay quienes salvan a José Luis Sanz y otros, que sin criticarle, creen que se dejó llevar por sus ganas de ser candidato. "Quien hizo esto o no sabe nada del PP o le ha querido hacer daño a José Luis", explicó uno de estos presidentes. Lo cierto es que este presidente, que es de los que defiende a Sanz, explicó a este medio que, a excepción de Sevilla, ningún otro líder provincial quería un congreso extraordinario en diciembre, justo a pocos días de las Navidades, justo a pocos días del congreso socialista que eligió a Susana Díaz como secretaria general del PSOE.

De ser esto cierto, en efecto, el PP andaluz ha caído en el desconcierto: la sincera confesión de Zoido de que no quiere seguir en el cargo ni ser candidato a la Junta para dedicarse por completo a la Alcaldía de Sevilla ha derivado en una grave desorientación. A pesar de ello, José Luis Sanz no se puede descartar; Rajoy no se pronunció sobre su candidatura, sino sobre los modos.

Fue en la interparlamentaria de Córdoba en noviembre donde, según fuentes del PP, María Dolores de Cospedal cambió de opinión, y llegó a la conclusión de que Sanz era mejor candidato que su preferido hasta entonces: el regidor cordobés, José Antonio Nieto. A diferencia de Sanz, éste es parlamentario autonómico, pero el alcalde de Tomares suscita más consenso. No es que Nieto sea un antiarenista, pero sí fue una de las pocas personas que marcaba ciertas distancias cuando Javier Arenas era el líder absoluto en su partido. De Cospedal y otros dirigentes del PP hablaron mucho en Córdoba, y llegaron a la conclusión de que Sanz era el mejor. Según algunos, De Cospedal quiso cerrar el trabajo con un almuerzo entre pocos en El Churrasco al fin de la interparlamentaria, pero aquello se transformó casi en un bautizo por la cantidad de comensales. Hablaron de casi todo, menos del candidato. Unos ven en eso la mano de Rajoy; otros, lo niegan.

Pero hay algo cierto: De Cospedal coincide con Zoido en que el retraso de la designación del candidato del PP es una herida abierta en el partido, algo que hay que cerrar cuanto antes para preparar al elegido a la carrera de la Junta.

José Luis Sanz y José Antonio Nieto, además, son amigos, juntos entraron en la sede sevillana de la calle San Fernando llegados de Nuevas Generaciones. Pero no son los únicos: Málaga sigue apostando por el paisano Juan Manuel Moreno Bonilla, el secretario de Estado con escasas opciones ya, y hay quien cuenta que Rajoy prefiere a la ex ministra Fátima Báñez. La respuesta: nunca antes de Navidad.

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