Más de cuatro meses después de la constitución del Gobierno andaluz, una decena de los centros directivos que componen su estructura se mantienen sin un responsable al frente.

Tras la investidura a principios de junio de la presidenta de la Junta, la socialista Susana Díaz, quien de inmediato nombró a su Consejo de Gobierno, el carrusel de nombramientos continuó con los viceconsejeros y secretarios generales que conforman el núcleo duro de la Administración andaluza.

Sin embargo, el siguiente nivel, el de directores generales, se mantiene todavía abierto pese a que los primeros altos cargos comenzaron a nombrarse en las primeras semanas de julio. Tampoco la estructura periférica (delegados provinciales) está cerrada cuatro meses después.

La Junta o el partido que gobierna, el PSOE, no encuentran un dirigente que se haga cargo por ejemplo de la Dirección General de relaciones laborales y seguridad y salud laboral.

A consecuencia de un repunte de muertes en el tajo, el sindicato UGT demandó ayer a la Junta de Andalucía que "acelere" el desarrollo de una nueva estrategia y que lleve a cabo "ya" el nombramiento del nuevo director general, que "aún no está designado". El secretario de Relaciones Laborales de UGT-A, Carlos Naranjo, dijo a Europa Press que la ausencia de un director de relaciones laborales hace que "todo esté parado".

También en la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio, que dirige José Sánchez Maldonado, se mantiene pendiente de nombramiento el responsable de la Dirección General de políticas activas de empleo, dependiente del Servicio Andaluz de Empleo (SAE). Sánchez Maldonado reconoció recientemente que se han dejado de gastar 800 millones de euros en los últimos cuatro años al no llevarse a cabo cursos de formación.

Otra de las direcciones polémicas sin ocupar es la de Industria, Energía y Minas. La Junta reservó el puesto a María José Asensio, imputada por el caso Aznalcóllar, a la espera de una resolución judicial que finalmente llegó ayer. La causa se archivó y Asensio podría volver a su puesto, aunque Sánchez Maldonado no ratificó ayer en rueda de prensa su regreso, porque Asensio está pendiente de asuntos personales.

Esta Consejería tiene otro titular sin nombrar, y no menor. El comercio, uno de los apellidos de este departamento, se encuentra sin responsable desde que esta cartera se traspasara desde Turismo, donde residieron estas políticas mientras Izquierda Unida estuvo al frente.

Pendientes de nombramiento se encuentran además dos direcciones generales de las cinco que tiene la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales. Son las correspondientes a mayores y pensiones no contributivas y la de participación ciudadana y voluntariado. Estas últimas políticas también las ostentó IU en la anterior legislatura en la Consejería que dirigió Diego Valderas.

Del mismo modo, la Dirección General de Vivienda, Rehabilitación y Arquitectura (que también fuera competencia de IU) sigue pendiente del nombramiento de un alto cargo. Tampoco está nombrado el director general de infraestructuras de agua.

En las delegaciones provinciales, el único cargo pendiente es el de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo en Huelva. El PSOE anunció en octubre que sería Antonio Rodríguez Castillo, ex alcalde de Ayamonte, pero rectificó justo antes de su nombramiento.