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'Caso Mercasevilla'

Dos ex altos cargos niegan "presiones" de Rivas para conceder la subvención

  • El ex director general de Formación para el Empleo dice que 900.000 euros era una "cantidad correcta" para el equipamiento de una escuela de hostelería.

Dos ex altos cargos de la Junta han negado este miércoles que recibieran "presiones" del ex delegado de Empleo Antonio Rivas para que se concediera la subvención de 900.000 euros para la escuela de hostelería de Mercasevilla.

La que fuera directora general de Formación para el Empleo María Josefa Lara ha rechazado expresamente que se "sintiera presionada" por el delegado de Empleo en Sevilla e imputado en la causa por el cohecho en Mercasevilla Antonio Rivas para se subsanaran las deficiencias detectadas en el expediente de la subvención solicitada para la creación de una escuela de hostelería. La funcionaria ha dicho que recibió una llamada del delegado para interesarse por la paralización de la subvención y ha aclarado que no se sintió presionada "en ningún sentido" por el interés que había mostrado Antonio Rivas.

María Josefa Lara, que ha declarado este martes en el juicio a través de una videoconferencia, ha explicado que Antonio Rivas le telefoneó en octubre de 2008 para preguntarle por el estado de la tramitación del expediente de la subvención, dado que los responsables de la Fundación Mercasevilla le habían trasladado su preocupación por la paralización del mismo por culpa de la Junta.

La funcionaria ha señalado que informó al consejero Antonio Fernández, quien le indicó que "por supuesto se parara [la subvención] hasta que no estuviera todo subsanado". Tras la llamada de Rivas, ha añadido, la ex directora de Formación tuvo lugar una reunión entre los técnicos de la Consejería, los responsables de la Fundación y el propio Antonio Rivas para subsanar las deficiencias.

Lara quiso dejar claro que el ex delegado de Empleo no tenía acceso al expediente y que la competencia para la subvención excepcional era por completo de la Dirección General de Formación.

La abogada del PP, Lourdes Fuster, preguntó a la funcionaria si había tenido conocimiento de el consejero podría haber dado instrucciones a Antonio Rivas para que reclamara una comisión de 300.000 euros a los hosteleros. "Ni lo he escuchado, ni tengo idea ni conocimiento", ha concluido Lara.

Por su parte, Juan Manuel Fuentes Doblado, ex director para la Formación que precedió en el cargo a María José Lara, ha reconocido que mantuvo dos reuniones con los directivos de Mercasevilla y los hosteleros de La Raza en relación con el proyecto de la escuela de hostelería, aproximadamente en febrero de 2008.

A la primera no asistió Antonio Rivas y la misma tenía por objeto poner en marcha el protocolo para la puesta en funcionamiento del protocolo suscrito para crear la escuela. En ese encuentro, se le expuso que tenían intención de solicitar una subvención de 1,3 millones, una cifra que el alto cargo "entendía muy excesiva" para casos análogos de proyectos de escuela de hostelería, además de que entendió que existía un problema en cuanto a la forma, puesto que pretendían solicitar una ayuda para el equipamiento de la escuela y para dar los cursos de formación, y en este último caso era necesario, según el testigo, proceder a realizar una convocatoria pública. En ese encuentro, Fuentes Doblado no les indicó cuál sería la "aportación máxima" de la Junta.

En la segunda reunión, que tuvo lugar unos diez o 15 días más tarde y a la que asistió Rivas, la Fundación y los hosteleros plantearon solicitar una ayuda menor, en torno a los 900.000 euros. A esa cantidad, el director general de Formación no mostró su disposición a concederla, pero sí apuntó que "por su experiencia podría ser una cantidad correcta para el equipamiento de una escuela de hostelería", si bien dijo que la ayuda habría que abonarla en tres o cuatro anualidades, porque "no había presupuesto" para hacerlo en un solo año.

Por último, el testigo negó igualmente que se sintiera presionado por Rivas, quien según ha subrayado "no le dijo que pretendiera otorgar él la subvención ni tuvo que advertirle de que no era competencia suya", en alusión a que una subvención excepcional únicamente podía otorgarla el consejero y no un delegado provincial.

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