Numerosas playas de las provincias de Huelva y Cádiz tendrán serias dificultades para ofrecer en las próximas vacaciones de Semana Santa (del 28 de marzo al 4 de abril) una imagen como la que desearían sus municipios y, sobre todo, su visitante. El fuerte oleaje que ha batido estos días atrás las costas onubense y gaditana ha causado graves destrozos en las infraestructuras, mobiliario urbano y viviendas.

La situación es especialmente crítica en las playas de la provincia de Huelva, uno de los enclaves turísticos de la zona, hasta donde se desplaza gran parte de la población del interior, en especial de la provincia de Sevilla. Muchos sevillanos cuentan con su segunda vivienda en las playas más castigadas por el temporal.

El pesimismo se ha apoderado de los empresarios del sector en la costa de Huelva. Dudan que las playas se puedan recuperar para unas fechas en las que tienen depositadas muchas expectativas. A la crisis le ha seguido el oleaje y para el Domingo de Ramos quedan tres semanas. Consideran que es imposible que para entonces estén solucionados los graves daños que ha causado el temporal.

Así lo reconoció ayer el portavoz de los empresarios de la playa de La Antilla, Carlos Gómez, quien lamentó que "el agua y el viento no se van, así no se puede hacer nada, y encima hay pronósticos que señalan que seguiremos así todo el mes, igual que nos pasó el mes anterior". La desesperanza es total. "Estamos muy preocupados, porque encima es un añadido a la crisis que padecemos", añadió. El temporal se cebó de manera brutal con las playas de Urbasur, Islantilla y La Antilla, con muchos propietarios de casas viendo entrar el agua en sus viviendas.

En Isla Cristina, un grupo de turistas holandeses tuvo que ser desalojado del camping Giralda. En mazagón, el agua "llegó hasta los chalés", informó el Ayuntamiento de Palos de la Frontera.

Y es que el problema se agudiza, toda vez que la Dirección de Costas ya ha anunciado que no puede actuar sobre las zonas afectadas hasta que no concluyan del todo las fuertes borrascas centralizadas sobre el Golfo de Cádiz. En esta provincia el panorama es también negro. Playas del entorno de la Bahía de Cádiz fueron ayer violentamente atacadas por el oleaje, que sobrepasó todos los límietes. El agua llegó hasta paseos marítimos y afectó a instalaciones playeras permanentes, como chiringuitos y otras de ocio, así como a viviendas.

En el interior, la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar, acudió a visitar los trabajos que se realizan para reparar el socavón abierto en la A-92 el día anterior. Aguilar grantizó la seguridad en la autovía y cifró en unos 6,5 millones de euros la inversión para reconstruir el tramo.

La consejera aseguró que su departamento activó rápidamente las actuaciones, por lo que ya se ha comenzado el pilotaje en la mediana "para garantizar y asegurar la otra parte de la autovía", por donde ahora circulan los dos sentidos, con un carril para cada uno. La Junta va a actuar "con total celeridad y velocidad para acortar los plazos" y para hacer el trabajo "con garantía plena y seguridad", afirmó Aguilar.

Mientras tanto, en la ciudad de la que fue alcaldesa, Córdoba, los vecinos de la zona de Guadalvalle continúan con los trabajos de retirada de los lodos que dejó la inundación provocada por el Guadalquivir.