Es el reclamo preferido de los fotógrafos. Supone un elemento original, fresco, a veces ingenioso y en ocasiones polémico. Izquierda Unida las utiliza. No hay precedente en los otros dos grupos de la Cámara, PSOE y PP. La moda de las camisetas-protesta llega al Parlamento andaluz.

El icono de esta práctica es el portavoz parlamentario de la coalición, José Antonio Castro. Que él recuerde, han sido unas seis camisetas en el último año y medio. La última (en el pleno celebrado esta semana) llevaba un elocuente mensaje: Fuck the Troika. Según Castro, diputados del PP le amonestaron. "Me dijeron que cómo me ponía eso: que jodieran a la troika. Es soez, lo reconozco, pero peor es la doble moral, que se sorprendan por una camiseta y no por las políticas brutales que están haciendo el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, que llevan a la pobreza a miles de personas".

El portavoz de IU asegura que de esta manera dan voz a colectivos que no pueden expresar sus opiniones en el Parlamento. "La mayoría de las veces hemos respondido a demandas de colectivos que nos piden que usemos ese altavoz. Siempre que no resulte ofensivo y no distorsione la sesión parlamentaria puede ser una manera de llevar las reivindicaciones de la calle al hemiciclo". Así ha sido en las camisetas de los trabajadores del Infoca, la huelga general de septiembre de 2012 convocada por los sindicatos UGT y CCOO o la plataforma en defensa de la educación pública. Pero Castro también ha lucido una camiseta de la selección española con colores y bandera republicanas. "Bueno, ésa fue una manera particular de celebrar los triunfos de la selección", responde.

¿Es respetuoso con la institución? ¿Fue demasiado lejos el ex presidente del Congreso José Bono al regañar al ex ministro socialista Miguel Sebastián por no llevar corbata? Castro lo tiene claro: "Nadie me va a prohibir ir en camiseta y vaqueros al Parlamento".

Nada lo prohíbe. El Parlamento andaluz no tiene ninguna resolución publicada o recoge en su Reglamento prohibición alguna sobre la vestimenta. Existen sanciones (artículo 101) por "atentar de modo grave, en el ejercicio de sus funciones, al decoro parlamentario". Se acota algo más en las tribunas, donde el artículo 107 faculta al presidente a expulsar a los invitados si no guardan "la debida compostura". Pero nada tan explícito como las Cortes Valencianas, que en abril de 2012 prohibió "prendas de vestir, carteles, fotografías, pancartas u otros elementos materiales que pudieran resultar alusivos a algún diputado, institución o terceras personas, o cuando de algún otro modo se menoscabe el decoro de la Cámara". Se hizo en respuesta a la acción de la diputada de Compromís Mónica Oltra (lady samarreta), expulsada en varias ocasiones por vestir camisetas alusivas al entonces presidente Francisco Camps.

Aunque no exista nada por escrito, alguna instrucción debe de haber. El pasado octubre la formación Escaños en Blanco vio denegado el acceso al Registro para hacer una entrega de una propuesta para la modificación de la Ley Electoral. Llevaban unas camisetas con el lema Políticos al paro y tuvieron que quitarse la camiseta.

"No lo comparto. Es una opinión, no insulta a nadie y tienen derecho a manifestarla en el Templo de la Palabra", afirma Castro.

No es el único caso. En un reciente encuentro de profesores de Matemáticas aquéllos que llevaban la camiseta verde tuvieron que darle la vuelta y entrar de esa guisa por indicación de seguridad. También ha ocurrido con visitas escolares.

Los vigilantes se quejan de la falta de una instrucción clara, pero desde la Presidencia, ejercida por el socialista Manuel Gracia, no hay voluntad de regularlo. Aunque se dé alguna situación esperpéntica, como la que relata Castro: "Es una anécdota. Teníamos una reunión de IU y venía un alto representante de nuestro partido. Llevaba una mochila y, como es muy seguidor del Fútbol Club Barcelona, esta mochila llevaba los colores de la segunda equipación, que es una senyera. Seguridad se la confiscó, no sabemos por qué, porque es una bandera constitucional de una comunidad del Estado español. Sería por un exceso de celo del guarda. Fuimos a pedir explicaciones al presidente y se la devolvieron. Pero no le dejaron entrar con ella".

Las camisetas protesta, por ahora, sólo están permitidas a los diputados. A quienes quieran, claro.