El Juzgado de Primera Instancia número 8 de Málaga declaró ayer el fallecimiento de David Guerrero Guevara, conocido popularmente como el niño pintor, quien desapareció de la capital malagueña hace 29 años, cuando salió de su casa para a ir a una galería de arte. En el momento de su desaparición tenía sólo 13 años.

Fue la madre, Antonia Guevara, la que inició recientemente un expediente de jurisdicción voluntaria con el objetivo de desbloquear una herencia, después de que su marido muriera el año pasado. Sin embargo, tal y como aseguró el pasado miércoles tras la comparecencia en el juzgado para exponer dicha petición, se trata sólo de un trámite administrativo porque para la familia "sigue vivo, lo sentimos vivo".

En el decreto dictado ahora por el letrado de la administración de justicia se señala que resulta ampliamente acreditado, por las manifestaciones de familiares y testigos en la citada comparecencia, que desapareció el 6 de abril de 1987, "sin que conste desde dicha fecha noticia alguna de su paradero que pueda considerarse fiable".

Además, se hace referencia al oficio emitido por la Policía Judicial de Málaga en el que se señala que "no hay avances en la investigación ni existen nuevos indicios", aunque siga de alta en los archivos policiales de desaparecidos. Asimismo, se precisa que no ha comparecido nadie que haya dado información, a pesar de los edictos publicados.

Por todo eso, y al haber pasado "sobradamente" ya el plazo legal de diez años desde su desaparición, se accede a la petición realizada por la familia, fijándose, además, como fecha oficial de fallecimiento el 6 de abril de 1997. La progenitora señaló que la Policía le dijo que "el caso no se cierra" y que no pierde la esperanza, aunque haya tenido que hacer esta solicitud. "Es un trámite, pero para mí, mi hijo sigue vivo donde esté y algún día espero tener noticias de él, aunque hayan pasado 29 años", aseveró Guevara, quien recalcó que la "justicia es la justicia y nos exige dar este paso, pero sus hermanos y yo lo sentimos vivo, mientras no se demuestre otra cosa". La mujer aseguró entonces que no pierde la esperanza de que "algún día vuelva".

David Guerrero, que ahora tendría 43 años, salió de su casa el 6 de abril de 1987 para ir a una galería de arte donde exponían un cuadro suyo y a clases de pintura, para lo que debía coger un autobús de línea que lo llevara hasta el centro de la capital malagueña. Desde ese momento, no se ha vuelto a conocer su paradero. Se le buscó en países como Portugal, Marruecos, México, Bélgica, Alemania y en distintos puntos de la geografía española.

La carencia de medios, principalmente tecnológicos, entorpecía las labores de búsqueda. Juan Antonio O'Donnell, entonces inspector jefe destinado en la Comisaría del Aeropuerto de Málaga, asegura que el cotejo de huellas "se hacía a ojo" en aquella época. Hasta acudieron a médiums "de buena fe" para evitar que la familia tuviera el "resquemor" de que se eludieron sospechas. "Para ellos fue desconcertante. Se dejaron la piel, las horas y las noches en sus esfuerzos personales. Aún al hablar de eso tienen un gesto de tristeza. Muchos ya se han jubilado", explicó el funcionario.

Según la actual legislación, se puede dar por fallecido una vez transcurridos diez años sin noticias del ausente para que sus familiares puedan disponer de sus bienes o acceder a prestaciones (viudedad, orfandad o indemnizaciones de seguros).