Juanma Moreno se enfrenta a una crisis de confianza

Las anomalías detectadas en el cribado de cáncer afectan a la credibilidad del presidente, piedra de clave sobre la que se sostiene el éxito del PP en Andalucía

Juanma Moreno, este jueves en el Parlamento andaluz.
Juanma Moreno, este jueves en el Parlamento andaluz. / Olmo/EP

Las comparaciones en política son artefactos peligrosos, y los manuales aconsejan evitarlas aunque parezcan graciosas, porque ésas son las peores. Quien estableció un paralelismo entre la caída del sistema informático del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en plena polémica de los cribados del cáncer de mama con los problemas para comprar on line una entrada para ver La Oreja de Van Gogh, quien convenció al consejero de Sanidad, Antonio Sanz, de que ésa era la mejor forma de explicar qué sucedió el martes pasado en ClicSalud + debe ser sin duda un frívolo aventurero de San Telmo --hay varios candidatos- que aún no ha comprendido la naturaleza del problema al que debe hacer frente su jefe, el presidente Juanma Moreno, en los próximos meses: una crisis de confianza.

Así que de orejas y de tetas fue de lo que habló la portavoz de Sumar, Inmaculada Nieto, este jueves en el Parlamento, de "la teta de Anabel", la mujer que comprobó cómo las imágenes que se mostraban en su aplicación de ClicSalud+ eran diferentes a las que había visto días antes. También le ocurrió a Manuela Delgado, sevillana de 64 años, que tal como oyó a Inmaculada Nieto hablar por la televisión, se fue a mirar su información en ClicSalud+ para comprobar que, en efecto, ya no se mostraban las mamografías con los círculos que habían dibujado los radiólogos, sino el diagnóstico final.

Y, entonces, la Consejería de Salud tuvo que reaccionar y tratar de explicarlo, pero sin recurrir a los atajos ni a las orejas, sino a sus técnicos. Un tour de force de directivos médicos.

Inmaculada Nieto, con la polémica mamografía de Anabel, este jueves en el Parlamento andaluz.
Inmaculada Nieto, con la polémica mamografía de Anabel, este jueves en el Parlamento andaluz. / Olmo/EP

Tanto la coordinadora de unidades de mama del SAS, Mercedes Acebal, como Luis Santiago Sánchez, responsable de las infraestructuras digitales del mismo servicios, coincidieron al afirmar horas después del pleno ante los periodistas que nadie que no sea un facultativo puede acceder a los historiales médicos y que, en cualquier caso, éstos carecen del permiso digital para modificar lo que ya se ha almacenado en el paquete de documentos. Además, toda entrada deja un rastro: la trazabilidad del documento, un centinela inmutable. Por eso, y como defendió el consejero de Sanidad, Antonio Sanz, en el Parlamento, es "imposible" la manipulación de los historiales, aunque hay mujeres a las que, en efecto, les han bailado las pruebas. ¿Qué ha ocurrido?

Experiencias personales con el SAS

Una de las causas que pueden explicar este hecho es un error grave en el software del programa de ClicSalud+, sometido estos días hasta 400 entradas en una hora. Un médico del Virgen del Rocío ha explicado a este medio lo que, además, entiende como una anomalía que se viene produciendo desde hace tiempo: que en ClicSalud+ no sólo están disponibles los diagnósticos, sino los pasos que se han dado para alcanzar un veredicto clínico. De ahí que algunas mujeres hayan visto cómo en algunas de sus mamografías uno de los dos radiólogos que interviene en elr proceso deja una marca de aviso en forma de círculo.

Este nuevo episodio, que aún hoy no se ha podido explicar en su plenitud, abunda en la crisis de confianza que se abrió en la sanidad pública de Andalucía a principios de octubre a consecuencia de las mujeres con mamografías no concluyentes que no habían sido avisadas de antemano para nuevas pruebas.

El Gobierno andaluz aún no ha dado una explicación convincente de la causa de ese primer episodio. La concentración de casos en el hospital Virgen del Rocío indica que la primera versión sobre supuestos fallos del protocolo no se sostiene, ya que otros centros actuaron correctamente. Radio Sevilla, que fue el medio que levantó el caso, informó ayer que existió "una orden verbal" de abril de 2021 de parte de un directivo en el Virgen del Rocío para que no se siguiese llamando a las mujeres. Lo que sí está comprobado es que los mecanismos de autocontrol y revisión del Virgen del Rocío, donde se concentra estos problemas, se disolvieron.

Son muchas dudas aún, y ése es el reto que tiene Juanma Moreno por delante. Esto no es otra polémica que divida a la sociedad entre bandos preestablecidos, esta vez no hay intermediarios entre administradores y administrados, cada una de las mujeres que son usuarias del SAS tienen una experiencia personal con el servicio, y ni los partidos ni los propagandistas ni los periodistas van a contarle mejor qué les ha sucedido a cada una de ellas.

El Gobierno de Juanma Moreno ha acusado a la vicepresidenta María Jesús Montero de parte de lo sucedido, porque fue consejera de Salud de la Junta, y también ha criticado a la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (Amama) de Sevilla por sus denuncias ante la Fiscalía, pero esta crisis no obedece a los patrones clásicos. Esta es la primera polémica, además, en la que Juanma Moreno no ha podido culpar a Pedro Sánchez. El comodín de la confrontación no sirve.

De hecho, María Jesús Montero ha optado por no ponerse al frente de las críticas, las intervenciones en las televisiones de cada una de las mujeres afectadas hablan por sí mismas. No hay que apostillar, sostienen en el PSOE. Hay parlamentarios de la oposición que hiperventilan, que están realizando acusaciones desafortunadas sobre lo que dibujan como un plan criminal, pero no es el caso de la ministra, lo que sostiene Montero es que el SAS ha colapsado y que eso no se solucionará en un trimestre.

El descontento con la sanidad es un problema que viene de meses atrás, como ha demostrado el sondeo que el Centro de Estudios Andaluces (Centra) ha publicado esta semana. Realizado antes de que se conocieran los errores en el cribado, los andaluces ya citaban a la sanidad como su problema principal.

Pero los cambios electorales vienen antecedidos de corrientes de fondo que necesitan de mucho tiempo para transformar resultados. El PSOE de María Jesús Montero cree que la crisis de los cribados está afectando de modo personal a la credibilidad de Juanma Moreno y que, sin la figura del presidente, ni el Gobierno de la Junta ni el PP de Andalucía serían capaces de mantenerse como líderes electorales. "Usted ha dejado de ser el novio de Andalucía", le dijo de modo muy gráfico la portavoz socialista María Márquez a Moreno este jueves en la Cámara.

El objetivo de las elecciones para los socialistas ha dejado de ser la mayoría absoluta del PP, el propio Moreno explicó a varios periodistas en Madrid, durante la celebración del Día de la Hispanidad, que estaba a un diputado de perderla. Puede ser. Al fin y al cabo, los populares consiguieron sobrepasar los 55 escaños por algo más de 20.000 votos que se tradujeron de modo automático en tres diputados más por la relación desigual entre la primera fuerza, el PP, y la segunda, el PSOE.

Ahora hay un nuevo factor, que es el crecimiento de Vox y que puede igualar a las tres primeras fuerzas en cada circunscripción electoral. Si la participación se elevase, comenzarían a bailar los resultados de 2021.

Antes de la crisis de los cribados de este mes de octubre, Juanma Moreno seguía gozando de una alta aceptación en el electorado, un 50% calificaba su gestión de buena o muy buena y cuatro de cada 10 lo preferían de presidente frente a dos de cada 10 que optan por María Jesús Montero. Las diferencias de partida son muy grandes para que la crisis de los cribados lleven a un vuelco electoral dentro de seis meses, aunque el marco político andaluz ha sido trastocado.

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