Una discusión por unos muebles fue, al parecer, la razón por la que Juan L. C., de 52 años, mató a tiros con una escopeta de caza a su hermana, en Gérgal (Almería). Tras varios días de fuga, se atrincheró en su propia vivienda, donde pasó 18 horas. A pesar del enorme dispositivo de la Guardia Civil, que cercó la casa, de la presencia de un negociador e incluso de su hijo, el agresor logró huir. Finalmente, Juan L. C. fue capturado cerca de un pozo. A partir de ahí, el autor de la agresión, en la que también resultaron heridos otras dos personas -el yerno de su hermana, de 27 años, y una vecina, de 55- se cerró en banda, guardó un mutismo absoluto y se negó a declarar ante la Guardia Civil.

El cerco a la vivienda dio comienzo a última hora del martes. Y todo concluyó al mediodía de ayer. Juan L. C. había ido encontrando escondrijos, tras disparar a su hermana, en varios escenarios en la Sierra de los Filabres, un cortijo vinculado a su trabajo, la casa de una vecina y la vivienda de su madre, en el sótano. La Guardia Civil trata ahora de localizar la escopeta de caza con la que disparó a su hermana.

La colaboración de los vecinos de Gérgal fue clave para la detención de Juan L. C. Un vecino, Antonio Lao, buen conocedor de la zona, guió a los agentes hasta un pozo ubicado a varios metros de la casa donde, al parecer, estaba "agazapado" y al que se había desplazado en busca de agua, ya que durante su encierro en la vivienda ubicada en el número 1 de la calle Chumberas en Gérgal, se le cortaron los suministros de luz y agua.

Según el relato del vecino, el hombre se le habría acercado sin portar ningún arma y habría pedido que le dieran agua en el momento de su arresto, que se produjo sin ningún tipo de complicación. El hombre fue visto por algunos vecinos en el momento en el que abandonó el inmueble.

El detenido fue trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, en las que permanece hasta pasar a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Almería, para prestar declaración.

La investigación de la Guardia Civil deberá esclarecer cómo pudo romper el cerco de más de medio centenar y escapar de la casa en la que estaba atrincherado antes de ser capturado. Algunas de las hipótesis son la existencia de una galería subterránea, o que, según dijo a Efe el alcalde de Gérgal, Miguel Guijarro, escapó tras hacer un agujero en la pared o en el suelo.

Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, aseguró que la detención estuvo "bajo control" en "todo momento", por lo que felicitó a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado por la actuación. En declaraciones a Europa Press, el subdelegado insistió en que el "control" de la situación ha sido "exhaustivo" gracias a que "ha habido recursos y fuerzas suficientes" para que finalmente se produjera el arresto "sin violencia" y sin que se haya "puesto en riesgo a la población". No obstante, García Lorca declinó precisar hasta obtener más información de la Guardia Civil cómo el hombre ha salido de la casa en la que se había parapetado y saltado el fuerte cordón policial.