Andalucía

La fórmula andaluza

  • Susana Díaz se sometió a cuatro votaciones para ser elegida presidenta con el respaldo de Ciudadanos. El Gobierno andaluz indica a Rajoy cuál es el único camino para ganar la Presidencia, que pasa por los naranjas.

NI la primera, para la que necesitaba mayoría absoluta. Tampoco a la segunda. Ni siquiera a la tercera. Susana Díaz debió someterse a cuatro votaciones de investidura, cuatro, para que saliese elegida presidenta de la Junta con el apoyo necesario de los parlamentarios de Ciudadanos. Aunque las elecciones fueron en marzo, no fue hasta junio cuando la presidenta, tras descartar a Podemos como aliados, consiguió que los naranjas la apoyasen, aunque antes debió dejarse algo más que la piel en las paredes: Chaves y Griñán fueron obligados a marcharse del Congreso y del Senado, con la consiguiente brecha personal que se abrió entre ellos, aprobó una rebaja lineal del IRPF de dos puntos y pulió el impuesto de Sucesiones, una demanda que ningún votante socialista respaldaba.

Y hoy viven tan contentos: Juan Marín presume de su acuerdo en Madrid y Díaz se permite dar consejos sobre coaliciones porque es la única de su partido que no gobierna con los de Pablo Iglesias. El martes pasado, el portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, aconsejó a Rajoy que siguiese "la exitosa fórmula" que Díaz siguió para lograr su investidura. Aunque hubiera algo de vanidad, lo que el portavoz propuso sirve para acabar con la crisis institucional en la que el país anda enfangado desde el mes de diciembre. Éstos son los pasos que, según la fórmula andaluza, debería de dar Mariano Rajoy a partir de ahora.

1|Ciudadanos es su aliado preferente, aunque no sume. Mariano Rajoy necesita la abstención del grupo socialista o la abstención técnica de una parte de sus diputados. Esto es muy difícil a día de hoy, y más tras su negativa de no aceptar someterse a la investidura si no consigue apoyos, pero Rajoy cuenta con dos factores para forzar al PSOE: los socialistas son los primeros interesados en no repetir las elecciones y, tras el desafío independentista del Gobierno catalán, no es posible ningún tipo de acuerdo con ERC ni con Convergència. La alternativa de un llamado Gobierno de izquierdas no existe.

Pero ni el PSOE ni su dirección ni los barones críticos con Pedro Sánchez ni los comités provinciales van a aceptar dar a Rajoy una abstención si sólo cuenta con sus 137 escaños. Si suma a Ciudadanos serían 169. 170 con la diputada canaria. Este número sí obligaría al PSOE. Por tanto, el candidato popular se debería sentar con Albert Rivera, y éste debe asumir que es la llave maestra que abre el Gobierno del país.

2|Rajoy debe someterse a la sesión de investidura. El presidente del Gobierno ha aceptado el encargo del Rey, que no es otro que el de solicitar el respaldo del Congreso después de que éste haya oído su programa político. Y no es sólo este cumplimiento constitucional, es que los socialistas no lo apoyarán mientras no pase por este trámite. Entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy, y en eso coinciden ambos, han conseguido convertir esta sesión en una suerte de humillación, en un trámite doloroso y desgastador. Sin embargo, el ejemplo de Susana Díaz niega este asunto, su popularidad no decayó durante esos días, aunque evidentemente cada negativa añadía bastante frustración personal.

Si el PSOE ha asumido que no hay elecciones y que no hay alternativa de izquierdas, su consecuencia lógica es la abstención, que se produciría con el sí de Ciudadanos y después de la segunda votación en la primera sesión de investidura.

3|El PSOE no va a llegar a ningún acuerdo político con el PP a cambio de la investidura de Rajoy. La abstención se produciría por responsabilidad, tendría que ser Ciudadanos el que arrancase las políticas. Después, el Gobierno de Rajoy debería asegurarse en el mes de diciembre el respaldo a los Presupuestos. Con el sí de Ciudadanos, y una vez celebradas las elecciones vascas, el PNV se podría convertir en un aliado circunstancial, en especial si ellos necesitan al PP para asegurarse el Gobierno del País Vasco.

4|Si Rajoy no se somete, se abriría paso una opción con Ciudadanos y Podemos. Si Rajoy no acude a la sesión de investidura, es decir, si incumple el compromiso al que ha llegado con el Rey, no volverá a ser candidato. El PP tendría que buscar a otra persona, pero Pedro Sánchez también podría intentar forjar un acuerdo con Ciudadanos para, después, acercase a Podemos.

La formación morada vive una crisis soterrada, pero que acabará saliendo a la luz, y es posible que esta vez gane Íñigo Errejón, partidario del acercamiento templado a los socialistas. Ésta es la opción que han defendido esta semana Gaspar Llamazares y Luis García Montero a través de un manifiesto. Iglesias ha salido tocado del proceso electoral anterior, todos lo culpan de la pérdida del millón de votos y tanto Echenique como Monedero están inhabilitados por sus actuaciones. Echenique, por no asegurar a un asistente personal, y Monedero, suspendido por la Universidad Complutense por haber cobrado 450.000 euros en asesoramiento de los regímenes bolivarianos. Estará diez meses fuera.

La presión, por tanto, no sólo está en el lado del PSOE, también de Rajoy. Los votos del PSOE, de Podemos sin los soberanistas catalanes de En Comú y de Ciudadanos bastarían. Son 176 escaños, la mayoría absoluta.

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