Los ocho colegios farmacéuticos andaluces aprobaron anoche en sus respectivas asambleas iniciar formalmente negociaciones con los bancos para pedir créditos por un total aproximado de 320 millones de euros. La iniciativa responde a los contactos establecidos entre el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cacof) y las consejerías de Salud y Hacienda, para anticiparse al riesgo de una posible falta de liquidez en las arcas de la Junta a final de año. Tanto la Administración como el Cacof insistieron ayer en que el SAS viene pagando sin problemas las facturas al ritmo pactado de 40 días. Según explicó el Cacof, el apoyo de los boticarios a sus representantes colegiales (y por extensión al Consejo autonómico) fue "mayoritario de una manera aplastante".

La decisión adoptada anoche es el pórtico de un proceso negociador que puede atravesar dificultades (o no) por parte de los recelos de una banca presionada desde la dirección financiera de la UE para recapitalizarse (y por tanto renuente a abrir la bolsa del préstamo) en una coyuntura global, como es sabido, muy complicada, en la que el control del déficit público se entiende como un asunto clave. Ahí es donde se juega su prestigio Hacienda como garante del pago, que ha preferido este enfoque al de plantear a los boticarios que avalasen con su patrimonio un crédito que, en puridad, no necesitan; otra cuestión es que hayan entendido, ante las turbulencias presentes, que es mejor asegurarse la continuidad de los pagos en tiempo y forma, pidiendo préstamos que al final va a pagar la Junta, a poner en peligro su propia viabilidad dejando que la Administración actué sin miramientos cerrando el grifo.

La coincidencia de posiciones en este asunto se explica porque tanto las farmacias como la Administración entienden que esta fórmula es la que mejor asegura su viabilidad. Por parte de la Junta, viabilidad política, ya que de esta manera deja clara su voluntad de diferenciarse de otros gobiernos regionales donde sí hay impagos a las farmacias. Por parte de los boticarios, viabilidad económica porque un 80% de su negocio depende de la factura del SAS.

La idea es adelantarse a una posible falta de liquidez los próximos días 10 de noviembre y diciembre, fechas previstas para los pagos de las facturas de septiembre y octubre. Las de noviembre y diciembre irían ya a cuenta de los presupuestos de 2012 y, por tanto, sin necesidad del paraguas del crédito. Se ha optado por los acuerdos provinciales porque la estructura de facturación al SAS de las boticas reside en la figura del colegio provincial; de ahí las asambleas y la negociación de cada colegio con su banco de referencia y con quien quiera entrar en la operación. Lo que se votó anoche es la decisión de pedir el crédito y aquellos colegios que hubiesen avanzado ya en contactos exploratorios probablemente tengan ya claro a quién van a acudir. Los que no, tendrán que saberlo antes del próximo jueves. A día de hoy se desconocen la cuantía exacta de los créditos y las entidades que aceptarán el riesgo: porque aún se ignora el monto reconocido de las facturas de septiembre y octubre (las primeras se están procesando ahora y las segundas se están recogiendo), aunque la suma del gasto estándar de dos meses ronda los 320 millones, y porque los bancos aún tienen que recibir la petición formal del crédito y, sobre todo, decir que sí. Y en esa fase volverá a ser clave la Consejería de Hacienda.