Los familiares de Irene Cortés Lucas, la turista malagueña de 30 años que falleció el pasado miércoles en Barranquilla (Colombia) tras recibir un disparo de un atracador mientras se encontraba en un bar, se mostraron "más tranquilos" tras la detención de los dos individuos que, presuntamente, perpetraron el atraco, aunque mantienen sus sospechas sobre la supuesta implicación en el suceso del marido de la fallecida. Saray Santiago, cuñada de la víctima, lamentó que la familia de Irene únicamente haya podido hablar con el marido "a través de una televisión", y se ha referido a la intención expresada por éste de viajar a España junto al féretro de su mujer, pese a que los ánimos de vecinos y familiares están bastante encendidos en su contra. Los restos de la joven asesinada llegarán a España en cuatro o cinco días.