Antonio Hernández, con 50 años recién cumplidos y padre de familia, perdió la vida ayer después de que la embarcación pesquera en la que faenaba ardiera, se lanzara al mar y una vez ahí, según informan personas cercanas al suceso, padeciera un desvanecimiento, quizás por la excesiva inhalación de gases tóxicos emitidos por la incineración de la fibra del buque.

Todo sucedió en torno a las siete de la mañana, cuando el pesquero El Nene alertaba al Centro de Salvamento Marítimo de que se había producido un incendio en la sala de máquinas a unas 14 millas al sur de Almería con cinco tripulantes a bordo. Concretamente, en el barco trabajaban el fallecido Antonio Hernández, que iba a cargo de los motores, Amador Santiago, Julio Pérez (el patrón del buque), Mimoun El Hakouchi y Joaquín Fernández.

Otro pesquero pudo auxiliar a uno de los tripulantes naufragados; a continuación, otros tres marineros, también en el agua, fueron rescatados con síntomas de hipotermia por el Río Miño de la Guardia Civil.

El subdelegado del Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, destacó la prontitud en la actuación de Salvamento Marítimo y Guardia Civil para evitar una tragedia mayor.