Andalucía

Un experto ve compatible la incineración de los niños con la hoguera de la parcela

El ingeniero técnico industrial y gerente de un tanatorio cordobés Manuel Olivares compareció ayer ante el tribunal popular en calidad de testigo-perito llamado por el abogado defensor de José Bretón, José María Sánchez de Puerta. El objetivo de su comparecencia fue describir el proceso de incineración de cadáveres en un tanatorio con un crematorio profesional, donde relató que se alcanza una temperatura superior a los 600 grados centígrados. Tras reducir a ceniza las partes blandas, los huesos se trituran hasta convertirlos en polvo, un proceso que culmina en un periodo de tiempo de 90 minutos.

Con este testimonio, Sánchez de Puerta intentaba acreditar que la hoguera no reunía las características adecuadas para la incineración de los cuerpos de los dos menores, pero el experto lo rectificó: "Es una pira funeraria, y puede funcionar perfectamente. Lo que no puede faltar es leña", determinó.

El ingeniero añadió que existen formas de acelerar esta combustión, por ejemplo, con el uso de acelerantes procedentes del petróleo. Y, más aún, aplicando una chapa, lo que ayuda a aumentar la temperatura. Como consecuencia de este proceso, "los huesos deben quedar", dijo. "O se meten en un molino o se van desmenuzando a golpes", ya que la calcinazación per se no los tritura, apuntó.

En sesiones anteriores, otros peritos determinaron que Bretón pudo utilizar una mesa metálica para aumentar la temperatura de la hoguera. También ha quedado acreditado que utilizó acelerante para avivar el fuego y que la pira se habría armado con 250 kilos de madera, que se avivó con 80 litros de combustible.

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