Andalucía

Las colas a la entrada de Gibraltar se recrudecen y afectan a los peatones

  • La respuesta del Gobierno español a la destrucción del caladero se reactiva tras la visita de la UE

Las colas a la entrada y salida de Gibraltar continuaron ayer durante todo el día.Fueron especialmente largas a pimera hora de la mañana -es decir, cuando muchos españoles que trabajan en La Roca, cerca de cinco mil, entran a trabajar- y a la salida también coincidiendo con el cierre de los comercios.

Según la Policía gibraltareña el tiempo de espera para los coches osciló durante el día entre una y dos horas. La fila de vehículos recorría parte de la avenida de España y a mediodía de ayr hubo retenciones a pleno sol incluso en el paso destinado para los peatones.

Es decir, una vez que se han marchado los observadores de la Unión Europea parece que las autoridades españolas han multiplicado los controles en el paso fronterizo y la tensión ener ambas comunidades vuelva a sentirse en el día a día. De hecho, ayer la Plataforma Andaluza contra las Bases -en la que se integran ocho colectivos sociales y partidos políticos de izquierdas del Campo de Gibraltar- celebrará hoy una concentración en la Verja contra la base militar británica del Peñón.

Es la tercera vez que se realiza esta protesta, aunque este año adquiere un significado especial porque llega en plena resurrección del conflicto con la colonia británica, a raíz del lanzamiento por parte del Gobierno de Fabian Picardo, de casi un centenar de bloques de hormigón y ferralla en el caladero que tradicionalmente utilizaban los pescadores de la comarca.

Sobre la pérdida del caladero, la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, aseguró ayer que Gibraltar "ha cometido un error muy grave" y avisó de que España no permitirá que "se siga perjudicando a los pescadores". Crespo responde así después de ser preguntada por las gestiones que el Gobierno de Gibraltar hace para fletar un barco desde Marruecos que transporte piedras con las que completar los rellenos. "Han cometido un delito ecológico que tendremos que demostrar", subrayó.

Y mientras las colas vuelven con fuerza a la Verja, en el otro lado de la Roca, Gibraltar sigue trabajando a destajo en la construcción de espigones artificiales pese a la denuncia del gobierno español ante la Secretaría General de la Comisión Europea. Ayer, las máquinas seguían ganándole terreno al mar en esta zona cercana a La Línea.

España hizo pública a finales de agosto una denuncia trasladada a las instancias europeas por el Ministerio de Exteriores que fue presentada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ante la Fiscalía, ya que, la construcción de los espigones artificiales en Gibraltar afectan a una zona de especial de protección natural y consiste en la construcción de un dique que alcanza una altura de más de 15 metros sobre el nivel del mar, desconociéndose la superficie total del relleno, explicaron fuentes del Gobierno español.

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