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La doble vida de un gaditano desaparecido

Jenaro de la Misericordia Jiménez Hernández, el empresario gaditano que, acosado por las deudas, fingió su propia muerte mientras hacía pesca submarina y que este agosto, 16 meses después, se entregó, llegó a Paraguay un caluroso 14 de abril de 2008. Había dejado atrás sus números rojos, a su familia y a su mujer embarazada, para volar desde Gibraltar a Brasil y de ahí, hasta la capital paraguaya de Asunción. Entró oficialmente al país a través del aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, donde declaró que venía a hacer turismo y exhibió su pasaporte español con su verdadera identidad. De allí también salió como Jenaro Jiménez para volver a España, y también se dejaba atrás una nueva familia y una nueva hija.

En sus primeros días en Paraguay, Jenaro Jiménez se hospedó en un hotel del centro de la capital. En una de sus salidas conoció a Rossana Villalba, una ex reina de belleza de una comunidad autonómica del país, que trabajaba como dependienta en el exclusivo barrio Villa Morra. Pero Jenaro se presentó allí a Rossana como Álvaro Domecq y Carbajal.

"Él se llama Álvaro, yo lo conozco por Álvaro Domecq", dice la ex miss, en medio de su asombro, al enterarse de que el hombre que la conquistó es en realidad un impostor, procesado por la justicia española por los delitos estafa, apropiación indebida y falsedad en documento público.

Rossana Villalba tiene 28 años y vive en una humilde casa ubicada en un barrio del extrarradio. La mujer aún no deja de salir de su incredulidad cuando ve la fotografía de Jenaro, a quien reconoce como el hombre sencillo y apacible que la fue conquistando con sus palabras. También recuerda que Jenaro le decía que estaba en Paraguay porque se había cansado de vivir en Madrid, y quería hacer algunas inversiones fuera del país. La mujer asegura que el empresario le dijo que tenía una familia en España, pero no le mencionó a ninguna esposa ni hijos.

Tras conocerse y empezar a salir como pareja, Jenaro se mudó a vivir con Rossana, primero a la casa de los padres de ella, para luego vivir en el local comercial que alquilaron, donde abrieron una bodega de venta de bebidas alcohólicas. El negocio sigue funcionando, hasta ahora.

Pero la sorpresa de Rossana, no sólo es por la identidad y los delitos de Jenaro. Rossana tiene una hija, Antonia Isabel. Nació el pasado 13 de junio, fruto de su relación con el empresario. Recuerda que a los pocos días del nacimiento, Jenaro le dijo que debía viajar con urgencia a España para resolver algunas cosas. "Nació la niña y después ya se fue", dice, mientras mira con una mezcla de ternura y tristeza a la pequeña, que duerme ajena a toda la historia que la envuelve.

La ex reina de belleza no sabe ahora qué hará, ya que su hija lleva legalmente en Paraguay el apellido Domecq, debido a que fue inscripta por ambos en el registro civil, y para ese trámite el empresario utilizó un supuesto DNI español, emitido bajo la falsa identidad de Álvaro Domecq.

Jenaro Jiménez dejó finalmente Paraguay el 11 de agosto de este año. Lo hizo a través del mismo aeropuerto en el que llegó y utilizando su verdadera identidad.

Vivió casi 16 meses de manera clandestina en el país, y por permanecer mucho más tiempo del que estaba autorizado, sólo abonó una ínfima suma como multa: 162.000 guaraníes, unos 23 euros al cambio actual.

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