Los padres de una niña onubense de 15 años interpusieron el pasado domingo una denuncia ante la Policía Nacional de Huelva en la que evidenciaban que la menor había sido víctima de un episodio de abusos sexuales en la Ciudad de los Niños. La pequeña, que reside desde hace cuatro años en el centro de acogimiento de menores tutelados por la Junta de Andalucía de la carretera de Gibraleón junto a otros tres hermanos, indicó ayer a Huelva Información que los hechos tuvieron lugar en la noche del sábado pasado en una de las tres viviendas en que se distribuye la Ciudad de los Niños. En este espacio, destinado inicialmente a las "niñas mayores" pero que desde la llegada de tres chicos magrebíes -hace siete meses- empezó a ser mixto "por falta de espacio", comenzó su pesadilla.

La cría pasa las horas diurnas del fin de semana con sus progenitores. Aquella noche su padre la devolvió a la Ciudad de los Niños a última hora de la tarde. Como su compañera de habitación no estaba, bajó a cenar con sus hermanos "porque no quería estar sola". Tras la comida, en torno a las 22:30, regresó a las instalaciones y pidió a la educadora que le dejara el ordenador para escuchar música en el salón comunitario. "En ese momento vinieron los niños marroquíes y se fueron a la cocina a cenar". En ausencia de la educadora, explica la pequeña, "fui a la cocina a beber agua y uno de ellos me dio el vaso para que no pisara el suelo que acababan de limpiar: me lo bebí y al ratito me entró sueño y mareo". Comunicó entonces a la educadora que no se encontraba bien y que se iba a la cama.

Recuerda que eran "la una y algo" cuando notó que "alguien estaba encima mía, que me estaba haciendo cosas, pero no podía abrir los ojos porque estaba floja y toda mareada". Tanto le pesaban los párpados que no logró ver de quién se trataba. Diez minutos calcula que duró la penetración. "Yo estaba consciente pero no podía moverme, pienso que me habían drogado con el vaso de agua".

A continuación oyó cómo alguien cerraba la puerta, iba al baño "porque escuché el grifo y después se acostó". En la denuncia, a la que ha accedido este diario, afirma que al rato de marcharse el individuo se despertó y observó que estaba desnuda de cintura para abajo. Notó "un líquido que pudiera ser semen en sus partes", algo que le extrañó. Se dirigió al baño, se limpió y se asustó al ver el papel ensangrentado. Entonces, detalla en la delación, se asustó y regresó a la cama, donde continuó durmiendo hasta que por la mañana la despertó su educadora. Esta versión contrasta, no obstante, con la relatada por la menor a este periódico en la jornada de ayer, en la que aseguraba que "cuando al día siguiente me levanté, tenía los pantalones bajados. Me fui corriendo al cuarto de baño y cuando hice orina vi que tenía sangre. No estaba la educadora para contárselo. Estaba muy nerviosa y me fui para abajo en busca de mi hermano. Cuando mi hermano me vio tan nerviosa, se lo conté. Y cuando llegó mi padre, se lo conté a él".

Su padre, José Manuel G., fue a recogerla la mañana del domingo y, en cuanto supo lo sucedido, "llevé a mi hija corriendo al hospital". El hombre manifestó ayer a Huelva Información que encajó la noticia "fatal, con ganas de matar al que lo ha hecho". En Juan Ramón Jiménez le realizaron todo tipo de pruebas médicas. En el parte facultativo, facilitado a este diario, reza que sufre un "pequeño desgarro en rafe vaginal". A continuación la examinó el forense.

Por la noche y acompañada de su madre, Mercedes S., la niña acudió a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Huelva para interponer la denuncia contra su agresor. Mercedes S. asegura que los tres chicos, de entre 15 y 17 años, "llevaban meses acosándola". La pequeña contó a la Policía que desde el inicio del pasado verano detectó un cambio de actitud en estos chicos, dos de los cuales pernoctan en una habitación situada en el mismo módulo en el que se ubica la habitación de la niña y su compañera. La víctima indicó a los agentes que cada vez que termina de ducharse le suben la toalla y que "le tocan el culo" de forma habitual. Durante las comidas, señala, uno de ellos -el mismo que le dio el vaso de agua- se le sienta al lado y "suele tocarle la pierna por debajo de la mesa, intentando llegar a tocarle su órgano genital".

La chiquilla fue citada el martes por la Fiscalía de Menores, encargada de la investigación junto con la Policía Nacional. En este sentido, Mercedes S. cree que no será complicado identificar al culpable porque la Científica "ha recogido muchas pruebas: se llevaron la ropa de la cama, el pijama de ella y su ropa interior".

La Fiscalía confirmó que llamará a declarar a los jóvenes, aunque no precisó ni cuándo lo hará ni cuantos de ellos serán citados. La propia víctima confesó ayer a este periódico que no podría decir cuál de los tres jóvenes fue su presunto agresor, "pero a mi hermano este martes le dijo uno de ellos "Agüi, agüi", como fardando de lo que me había hecho", lo que provocó un enfrentamiento entre ambas partes.

Psicológicamente, asume la niña, "me encuentro tocada, muy mal. Me han destrozado la vida con 15 años que tengo". Para su madre, es fundamental que la cría se recupere y que "detengan a los autores y se haga justicia".

La Ciudad de los Niños declinó realizar cualquier manifestación referente al suceso. En paralelo, los padres se reunían ayer con la delegada territorial de Salud y Bienestar Social, que autorizó el cambio de centro de la menor, según anunció el delegado del Gobierno andaluz en Huelva, José Fiscal, que afirmó que el propio centro Ciudad de los Niños ha abierto una investigación para esclarecer los hechos.