Tenía claro que concedía la entrevista para hablar de la Política Agraria Común (PAC) porque, afirma, ya había dicho todo lo que tenía que decir sobre las primarias y su marcha. Para él son algo concluido a lo que él, como actor, ya no quiere volver. Prefiere hablar de la PAC -sobre la que se explaya- o de que su "descanso" consistirá en estar en Córdoba supervisando el  trabajo del Infoca. Pero son inevitables las preguntas.

-¿Qué le pareció la campaña del PSOE contra la PAC justo cuando va a negociar a Madrid? ¿Fue informado? ¿Estaba de acuerdo?

-Es lógico que se haya ido informando al PSOE del resultado final. Mi única preocupación sido lograr el mejor resultado para los productores.

-¿Pero fue informado de la campaña?

-No me parece un elemento sustantivo. Lo sustantivo es el resultado. Y a eso es a lo que me he dedicado.

-¿Estaba de acuerdo con la campaña?

-Yo estoy de acuerdo con el resultado que he logrado.

-Con la campaña, no con el acuerdo.

-Yo estoy de acuerdo con el resultado que he logrado.

-No había preguntado sobre el acuerdo.

-Pues esa es mi respuesta.

-¿No se atreve a recomendar un perfil de consejero?

-No me corresponde.

-¿Qué hay de su futuro?

-El futuro dirá. No lo sé. Tengo que tomar la decisión en las próximas semanas. He reflexionado sobre lo ocurrido y creo que corresponde a otras personas llevar la

responsabilidad en el Gobierno.

-Supongo que considera las primarias un asunto ya cerrado al que no quiere volver.

-No es que no quiera volver. Simplemente concluyó. Eso es para historiadores y periodistas, no para mí como actor.

-Todavía hay artículos de prensa que intentan descifrar el misterio de por qué se presentó

-Por lo que dije públicamente. Creía que debía hacerlo. Punto.

-No  encajaba con su perfil.

-Eso significa que la gente no me conoce. A quien me conoce no le sorprendió.

-En absoluto.

-En absoluto. Soy una persona que encara los problemas de frente y cuando hay que hacer algo lo hago.

-¿Le gusta Susana Díaz?

-No me corresponde opinar. Le corresponderá a los militantes y a los votantes en su momento.

-Usted, que es algo más joven que Griñán...

-Bastante más joven.

-De los veteranos de la política...

-Es una forma de decirlo. Experimentados, en todo caso.

-¿Piensa que ha bajado el nivel de los políticos?

-Mi preocupación personal es la que muestran las encuestas respecto a la desafección de lo público por parte de los ciudadanos. Cómo se nos ve a la clase política, entre comillas, o al conjunto de los que nos dedicamos a la tarea pública como personas que en su mayoría se dedican a pelearse antes que a resolver los problemas de los ciudadanos. A mí siempre me ha parecido tremendo. Y yo creo que se puede marcar la diferencia, en cuanto al enfoque y tratamiento de los temas. Para eso hace falta voluntad, capacidad y apoyo. Modestamente, lo he intentado, y a veces lo he logrado más y otras menos. A mí me parece que la gestión pública no tiene que ser cualitativamente inferior la privada. Se necesita también de una buena cualificación y marcar objetivos, logros, para que los ciudadanos puedan percibirlos. La defensa de lo público, que yo suscribo enteramente, no está reñida con la eficiencia.

-Habla mucho del deber ser, pero no del ser, ¿qué hay del ser?

 -Yo soy muy positivo, estoy muy en el deber ser. Imperativo categórico kantiano.

-Algún problema hay cuando se resalta tanto su buena relación con Arias Cañete.

 -No lo sé. Me parece que es lo que debería ser.

-Otra vez el deber ser.

 -Sí. Yo soy así. Y seguiré así hasta que me muera.