Andalucía

Dos años de cárcel para uno de los acusados por la muerte de los caballos de los Domecq

  • El condenado deberá indemnizar a los propietarios de los animales con medio millón de euros.

El juzgado de lo penal número 2 de Toledo ha condenado a dos años y tres meses de prisión al rejoneador José Antonio C.A. por un delito de daños por la quema de los caballos de los hermanos Domecq ocurrida en junio de 2001 en Ocaña (Toledo).

La sentencia dictamina que el condenado deberá indemnizar a la empresa propietaria de los caballos, Duende y Desplante, con más de medio millón de euros por los daños ocasionados. En su resolución, emitida tres meses después de la celebración de la vista oral, que concluyó el pasado 21 de julio después de varios aplazamientos, el juez absuelve del mismo delito al otro acusado, Manuel B.C., así como a José Miguel C.M., hijo del condenado, para quien el juez ya declaró extinguida su responsabilidad antes del inicio de la vista por prescripción del delito.

Los hechos ocurrieron en Ocaña la noche del 2 de junio de 2001 a la altura del kilómetro 57,200 de la carretera de Andalucía delante de un restaurante donde se había estacionado el remolque que transportaba doce caballos de los hermanos Domecq que regresaba a Jerez de la Frontera  después de haber participado en una corrida en la plaza de Las Ventas. Pero, en realidad, el objetivo no eran los caballos de los hermanos Domecq, sino los del rejoneador Sergio Galán, al que querían perjudicar para eliminar la competencia que les suponía a los acusados en las corridas de toros.

En la sentencia, que puede ser recurrida ante la Audiencia de Toledo, el juez considera probado que el ahora condenado, José Antonio C.A., utilizó la mediación de una prostituta colombiana amiga suya, O.N.G.T., conocida como Kati, para que ésta hiciera el encargo de la quema de los caballos a terceros. Pero, a la hora de ejecutar el plan, por el que el acusado José Antonio pagó tres mil euros, los sicarios colombianos encargados de quemar a los equinos, que no han podido ser juzgados por estar en rebeldía, confundieron el remolque de los caballos de Sergio Galán con el de los hermanos Domecq, después de que ambas ganaderías participaran en una corrida en la plaza de Las Ventas de Madrid.

Según se explica en la sentencia, los sicarios encargados de ejecutar el plan, uno de ellos menor de edad e hijo de Kati, acudieron semanas antes de los hechos juzgados a la finca que Sergio Galán tiene en el término de Tarancón (Cuenca), pero no pudieron cumplir el encargo porque los caballos no estaban en aquel lugar, por lo que decidieron posponer el encargo de José Antonio.

Así, el 2 de junio de 2001, los colombianos siguieron desde las Ventas al remolque con los caballos de Domecq en la creencia de que era el de Sergio Galán, al que persiguieron hasta una explanada situada a la altura del kilómetro 57,200 de la A-IV, en el término de Ocaña, donde los encargados de transportarlos hasta Jerez se habían detenido para cenar. Los presuntos autores del hecho prendieron fuego al camión de los caballos arrojando gasolina al interior del vehículo, donde había doce equinos, de los cuales, uno murió en el acto, otros cinco en días sucesivos y cuatro más quedaron inutilizados para la lidia. Como consecuencia de ello, los hermanos Domecq se vieron obligados a interrumpir su temporada taurina de 2001.

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