Andalucía

Un cambio de acreedor con dudosos resultados

Una directiva europea publicada en febrero de 2011 establecía que los estados miembros debían promover el pago de las administraciones públicas a sus proveedores en 30 días. En España, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, puso en marcha varios planes de pago a proveedores a los que pudieron acogerse los ayuntamientos para pagar sus facturas pendientes.

"Lo que se hizo fue coger deuda a corto plazo y convertirla en préstamos de tesorería. Esto ha resultado en un mayor endeudamiento". Quien hace esta afirmación es Francisco Javier Camacho, alcalde de Bollullos Par del Condado, en Huelva, durante casi diez años. En 2012 fue nombrado director general de Administración Local en la consejería que lideraba su predecesor en el ayuntamiento onubense, Diego Valderas, durante el bipartito del PSOE e IU.

Según Camacho, el aumento de la deuda que los consistorios andaluces mantienen con los bancos "no se debe a que hayan hecho más gastos o inversiones, puesto que ambas han disminuido ostensiblemente", sino a ese plan de proveedores impulsado desde Madrid.

Sin embargo, no todas las ciudades andaluzas han aumentado la cantidad que deben pagar a las entidades financieras. Cuatro de las doce grandes urbes de la región han disminuido su pasivo bancario, mientras que las otras ocho han visto esta cantidad aumentar. Once de estas poblaciones fueron gobernadas por el Partido Popular en el mandato 2011-2015, es decir, alcaldes de una misma formación han seguido distintas doctrinas financieras a la hora de gestionar sus ayuntamientos. "No se han cumplido los planes de ajuste y el ministerio de Hacienda no ha actuado siempre", apunta Camacho, que menciona al Consistorio de la capital onubense como ejemplo, "ya que tiene facturas controladas por el interventor".

El ex mandatario autonómico considera que el 80% del endeudamiento se ha producido en las grandes ciudades y en las zonas costeras al abrigo de la burbuja del sector de la construcción. "Hay ayuntamientos que crearon una estructura con mucho personal a partir de unos ingresos coyunturales", señala Camacho en referencia al periodo de crecimiento económico previo a la crisis. A su juicio, el problema es mucho menor en las ciudades más pequeñas y en el interior de la comunidad.

Camacho reconoce que hay administraciones locales que han "rectificado el rumbo", pero que el método suele ser el recorte de personal y los expedientes de regulación de empleo. "No digo que sea la solución, pero si se toma la decisión hay que hacerlo a medio plazo, mediante jubilaciones", afirma el ex alcalde que recuerda que hay ayuntamientos en Andalucía que dedican "el 70% y el 80% al gasto de personal y eso es inviable". A pesar del mencionado cambio de tendencia, el ex alcalde onubense es pesimista respecto al ingente endeudamiento que atesoran las administraciones locales andaluzas. "Puede desembocar en una bajada en la calidad de los servicios y más despidos en el sector público", destaca Camacho, que pone de manifiesto la responsabilidad que tiene el Estado con los ciudadanos en un momento de crisis.

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