El decreto de medidas que prepara la Junta para ahorrar en medicamentos ha abierto una enorme brecha entre la Administración y los farmacéuticos, que no aceptan la propuesta. El Colegio de Granada ratificó ayer ratificado su oposición porque, aseguró, la medida no producirá los recortes previstos en el gasto público y perjudicará a las farmacias.

"No podemos más, hay farmacias a las que les resulta muy complicado subsistir y será peor con esta nueva medida", explicó el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Granada, Manuel Fuentes.

En el decreto anunciado se incluye la licitación de moléculas, que es la parte más espinosa de la nueva regulación. La idea de la Junta es aprovechar su potencia de compra ante los laboratorios e identificar a determinados fabricantes como suministradores de las empresas que sirven medicamentos a las farmacias. Ahora es el farmacéutico quien identifica la marca que se dispensa de cada principio activo y la Junta pretende que eso pueda hacerse de mutuo acuerdo con la Administración. Las negociaciones entre ambas partes han quedado rotas y algunos farmacéuticos han llegado a alertar sobre riesgos de desabastecimiento. La Junta ha respondido en términos muy duros, alentando a los consumidores a presentar quejas contra las farmacias. "No nos merecemos esto después de tantos años de colaboración con la Junta", declaró Fuentes, quien agregó que los boticarios son "el filtro que les ha quitado muchos problemas a la Administración".