Medio ambiente

Otro año seco en Fuente de Piedra

  • La falta de lluvias afecta a la reproducción de los flamencos en el humedal malagueño

  • La cría depende de las precipitaciones de los próximos meses

Otro año más mirando al cielo en Fuente de Piedra. La lluvia no ha sido demasiado generosa este invierno con el interior de la provincia de Málaga y los flamencos a estas alturas no tienen asegurada la reproducción en su laguna de referencia. Aún no es tarde para que la situación se invierta, pero de momento se siguen los pasos del año pasado, cuando tampoco hubo agua suficiente para la tradicional reproducción de las rosadas aves. Entre este mes y el próximo tendrían que caer, al menos, unos cien litros por metro cuadrado en el humedal temporal más importante del Mediterráneo para garantizar una lámina de agua mínima en la que los flamencos encuentren las condiciones ambientales óptimas y de alimento necesario para reproducirse.

El nivel máximo de la laguna este invierno fue de 31 centímetros en diciembre. Pero según Manuel Rendón, director conservador de esta reserva natural, en estos momentos no pasa de los 30 centímetros porque "en enero apenas ha llovido y encima venimos de tres años consecutivos secos". Al menos, se necesitan 40 centímetros para garantizar que se formen islas donde la colonia de flamencos encuentre tranquilidad y para que haya el zooplancton suficiente que utilizan como alimento.

Pero los datos avalan de nuevo el déficit pluviométrico. Prueba de ellos es que desde septiembre hasta finales de enero han caído en la laguna 176,7 litros por metro cuadrado, muy alejados de la media histórica en ese período que se sitúa en los 252,7 litros por metro cuadrado. Eso ha hecho, en parte, que en el último censo de aves realizado en el humedal a mediados de enero apenas se contabilizaran 895 flamencos. Una cantidad que Rendón calificó de baja, pero que no sólo achacó a la falta de lluvias, sino también a las bajas temperaturas y continuas heladas registradas en la zona durante el último mes. "Es normal que a causa del frío se desplacen a zonas más cálidas en estas fechas", explica Rendón. La presencia de estas aves en la laguna malagueña viene determinada por el agua todos los meses del año "menos en enero, que está condicionada por las temperaturas".

Prueba de ello es que en diciembre hubo momentos en los que se llegaron a concentrar hasta 4.000 flamencos gracias a que había llovido en la recta final del otoño y que las temperaturas se mantuvieron suaves.

Con el frío y el parón de lluvias de enero, lo que ocurra a partir de ahora será determinante para que los flamencos acudan a Fuente de Piedra a su tradicional cita. Exactamente lo que llueva en febrero y marzo será determinante para que críen o no este año, ya que Rendón recordó que es en marzo cuando suele comenzar la reproducción aunque también "ha habido años que han criado a finales de febrero y otros a mediados de abril". El año pasado no pudo ser y precisamente a mediados de abril los flamencos arrojaron la toalla y desistieron de la idea de quedarse en el humedal. En todo el invierno la lámina de agua no superó en ningún momento los 26 centímetros y a comienzos de la primavera no superaba los 23. Paradójicamente sólo unas semanas más tardes llovió con intensidad en la zona y el mes de mayo resultó ser bastante húmero, pero ya era demasiado tarde.

De hecho, la tendencia del invierno pasado fue muy parecida a éste y en estas fechas apenas se habían acumulado desde septiembre en la laguna 166 litros por metro cuadrado, unos diez menos que en el actual. En todo el año agrícola anterior se recogieron al final 337,4 litros por metro cuadrado gracias sobre todo al impulso de las lluvias de mayo. La diferencia es que este año es ya el tercer ciclo de lluvias deficitario consecutivo y que el humedal se secó por completo el verano pasado. Lo mismo ocurrió en la mayoría de las lagunas del interior de Andalucía. Como ventaja es que en las marismas del río Guadalquivir, en el entorno del parque nacional de Doñana, sí hay agua suficiente "lo cual es positivo porque supone una garantía de alimento para que los flamencos se queden en Fuente de Piedra", explica Rendón.

La situación de este año, por ejemplo, no es tan dramática como la que se ha vivido en la laguna en los años 1995 y 2005 cuando llovió tan poco que se secó prácticamente en el mes de febrero. En todo el año hidrológico, es decir, el período que va entre septiembre y agosto, se recogieron en ambos casos menos de 200 litros por metro cuadrado. Esos son los años considerados secos en Fuente de Piedra, según Rendón, mientras que los años medios son aquellos en los que se recogen al menos 450 litros por metro cuadrado. En esas ocasiones, "la lámina de agua del humedal suele llegar a un máximo de 50 centímetros en primavera aunque se seca en verano".

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