La organización ecologista WWF denunció ayer la destrucción "irreversible" de la laguna de Juan Sardina, ubicada en la finca La Torera del municipio onubense de Hinojos, dentro de los límites de Doñana, por parte de una empresa agrícola sin contar con autorización. Las obras, denunciadas y paralizadas por la Junta de Andalucía, buscaban transformar la finca para cultivar bajo plástico, en "un ejemplo claro del avance sin control de los regadíos en Doñana", criticó WWF en un comunicado.

La Torera es una finca agrícola y forestal ubicada dentro del Espacio Natural de Doñana, incluida en la Red Natura 2000 por su importancia ecológica y por ser parte del área de dispersión del lince ibérico. Según WWF, el terreno acababa de pasar a manos de una nueva empresa arrendataria, que "ha comenzado a realizar unos trabajos -movimientos de tierras y canalizaciones- que están provocando daños irreversibles sobre uno de los mayores valores ambientales de la finca, la laguna de Juan Sardina".

A pesar de la paralización y el expediente administrativo a la empresa abierto por la Junta, WWF lamentó que la respuesta de la Administración haya llegado demasiado tarde para evitar los importantes daños ambientales sobre la laguna. Por ese motivo, la entidad solicitó que se evaluasen los daños cometidos sobre la laguna y el entorno de la finca, para analizar la posible afección a especies protegidas y a la Red Natura 2000, y pidió mayor contundencia al Espacio Natural Doñana ante los cambios de uso del suelo.

"Este caso demuestra que hace falta mucho mayor esfuerzo por parte de la Administración para acabar con las ilegalidades en el entorno de Doñana", espetó el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo para después añadir que si la Junta "ni siquiera puede controlar el avance de la agricultura ilegal dentro de los límites de Doñana hace falta mucha mayor contundencia para hacer cumplir la ley".