La organización WWF denunció ayer la aparición de 251,9 nuevas hectáreas de cultivos de regadío en las dos últimas campañas en los alrededores de Doñana. El responsable de la oficina WWF en Doñana, Felipe Fuentelsaz, indicó en rueda de prensa, que el informe pone de manifiesto que "el regadío sigue creciendo en Doñana de forma continua, descontrolada y también ilegal, poniendo en peligro la credibilidad y el futuro de todo el sector agrícola y de este espacio Patrimonio de la Humanidad".

Fuentelsaz precisó que 110 hectáreas se sitúan en la cuenca del Guadalquivir, que gestiona el Gobierno central, y 141,90 en la cuenca del Tinto, Odiel y Piedras, de competencia autonómica.

Las detectadas en el lado del Guadalquivir son fincas más pequeñas y "nos consta que han sido detectadas por la guardería fluvial y que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir está barriendo la zona y están aplicando la teledetección".

En cuanto a las del Tinto, Odiel, y Piedras son fincas más grandes, y la organización desconoce si la guardería fluvial está actuando. "Muchas de ellas son ilegales, pero otras están situadas dentro del ámbito de comunidades de regantes", señaló el responsable de WWF, que recordó que estos nuevos cultivos se suman a las 1.680 hectáreas aparecidas entre 2004, año en que se puso fin -sobre el papel- al crecimiento descontrolado de la agricultura en Doñana, y 2015. Para WWF el crecimiento de la agricultura en Doñana es "inaceptable" dado "el estado crítico del acuífero".