La gestación de la gran caja andaluza, con Unicaja y Cajasol como pilares, cuenta ya con los parabienes de las fuerzas políticas y sindicatos de la región. El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, obtuvo ayer en Málaga el aval de los secretarios generales de Comisiones Obreras, Francisco Carbonero, y UGT, Manuel Pastrana, que coincidieron al subrayar la importancia que esta fusión tendrá para el sistema financiero andaluz.

"No tiene más dilación", dijo Pastrana tras el encuentro con el dirigente autonómico, e insistió en la disposición de su organización a "colaborar" en la iniciativa, cuyo primer paso debe ser "que presenten una oferta conjunta por Cajasur para que la entidad se quede en Andalucía". La misma línea argumental empleó Carbonero, que ensalzó que las dos grandes entidades autonómicas "opten" por la firma cordobesa. "Si ello sucede será una gran noticia", valoró, a lo que añadió: "La opción Cajasol-Unicaja es viable, solvente y no sólo fortalecería el sistema financiero, sino que además garantizaría el mantenimiento de empleo".

El consejero de Economía, Antonio Ávila, se limitó a destacar el consenso que la propuesta de fusión ha logrado. "El Gobierno andaluz calibra ese hecho, que debe permitir los siguientes pasos sobre la base de que no hay intereses diferentes", dijo. A su juicio, "es un paso de la suficiente enjundia y fortaleza y debe servir para que el siguiente sea contundente, serio y que nos lleve al objetivo que queremos conseguir".

Lo que nadie precisó fue el calendario que se maneja para la citada fusión. Según Pastrana, "sería posible tener en las próximas semanas o meses un primer esbozo del proyecto". Detalle sobre el que no se pronunció Ávila, que se limitó a comentar que se trata de una cuestión a abordar por los consejos de administración de las entidades.

En este escenario, salió a relucir la situación de Cajagranada y el proyecto de fusión fría con otras entidades. Para UGT, este avance evita que "a corto plazo" pueda incorporarse a la unión de Unicaja y Cajasol. No obstante, reclamó que no se "demonice" a la caja granadina, al entender que el impulso de la gran caja "se ha realizado un poco tarde". Horas antes, abogó por que Cajagranada se replantease "hasta dónde le lleva el camino escogido".

Más contundente fue Carbonero, que calificó como "error de futuro" la fusión fría. También antes de la cita con Griñán, pidió "abandonar el Sistema Integrado de Protección (SIP) con Caja Murcia, Caixa Penedés y Sa Nostra, que supone salir de Andalucía y buscar una fusión fría, que es la muerte de las cajas de ahorros y una bancarización de las cajas de ahorros".

El encuentro de ayer tuvo lugar en Málaga, circunstancia destacada por CCOO y UGT. Para Pastrana, el presidente andaluz trató con ello "alejar del proyecto toda idea de localismo o de que se una a la idea de la gran caja a Sevilla o al centralismo sevillano". Preguntado por la posible localización de la caja, señaló: "Una entidad de este tipo tiene que tener una distribución de sus órganos perfectamente equilibrada". Y añadió: "No se puede plantear que una entidad esté, por tener un carácter más andaluz, en Sevilla". Carbonero apuntó que Málaga es "un buen sitio para discutir" sobre el sistema financiero de la comunidad.