Dos submarinos nucleares británicos, el Tireless, de ingrato recuerdo para la comarca pues permaneció un año averiado en Gibraltar, y el Turbulent, otro buque bien conocido en el Peñón, navegaron con defectos de seguridad que los expusieron a un importante riesgo, según publicó el diario Gibraltar Chronicle en su edición de ayer. El primero, con base en Devonport, Plymouth, estuvo operando durante más de un año y el segundo, por dos años.

El periódico gibraltareño cita en su información a John Large, un consultor independiente e ingeniero nuclear que afirma que si los reactores de estos sumergibles hubieran experimentado un exceso de presión derivado de las anomalías, "no habrían podido ventilarse y quizás habrían expuesto a sus tripulaciones a la radiación".

En cuanto al Ministerio de Defensa (MoD), un portavoz confirmó que, efectivamente, ambos submarinos británicos registraron problemas "que ya han sido resueltos".

El HMS Turbulent es el segundo de la clase Trafalgar y fue botado en 1982. El Tireless, que registró en 2007 una explosión que acabó con la vida de dos ciudadanos británicos durante un ejercicio, es el tercero y comenzó su actividad dos años después.