Andalucía

Susana Díaz reconcilia a Euskadi

  • Las declaraciones que hizo el lunes la presidenta de la Junta sobre el cupo vasco soliviantan a los líderes del PNV, PP e incluso a la líder del PSE

La presidenta de la Junta ha logrado lo que parecía un imposible. Susana Díaz puso ayer de acuerdo a varios políticos vascos de muy distinta ideología tras asegurar que es necesario modificar parte del sistema de financiación especial del que disfrutan las provincias de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa. Concretamente, Díaz propuso "modular" el cupo, puesto que, en su opinión, el País Vasco recibe más fondos que el resto de comunidades para la prestación de servicios públicos, lo que supondría "un privilegio".

El órgano ejecutivo del PNV fue el primero en criticar a Díaz por "hacer gala de un desconocimiento flagrante" y "poner en cuestión la solidaridad de la ciudadanía vasca". El presidente de los nacionalistas, Andoni Ortuzar, incidió ayer en esta idea al acusar a Díaz de actuar "desde la ignorancia o la mala fe" porque "nadie" da al País Vasco "ni un duro desde Madrid".

Si se atiende a la definición exacta del polémico cupo, Ortuzar tiene razón. El cupo no es otra cosa que la aportación que hace la comunidad autónoma vasca al Estado para sufragar las competencias que este tiene en Euskadi, como la gestión aeroportuaria o el mantenimiento de las instituciones comunes, como el Congreso, el Senado o los ministerios, así como sufragar los gastos de la Casa Real.

La polémica respecto a esta cantidad radica en su cálculo, que se fija cada cinco años en función de la aportación vasca al PIB nacional. La ley 69/2007, aprobada por el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, estableció un 6,24% del gasto estatal, que la hacienda vasca debe aportar a la nacional en tres plazos anuales. Según Ortuzar, el País Vasco "paga religiosamente" la cantidad mencionada aunque representa el 4,7% de la población y el 6,07 del PIB.

Josu Erkoreka, portavoz del Gobierno vasco y también miembro del PNV denunció ayer la existencia de una campaña "perfectamente orquestada" para deslegitimar el Concierto Económico, es decir, el sistema especial que permite a las diputaciones forales de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa ingresar y gestionar los ingresos de la gran mayoría de impuestos que se cobran en el País Vasco. Sin embargo, Díaz especificó el lunes en su entrevista a Onda Cero que la modificación del cupo se debe hacer "sin entrar" en el mencionado Concierto.

Las críticas a la presidenta de la Junta no se limitaron a la formación nacionalista vasco por excelencia -el sector abertzale no ha levantado la voz por el momento-, sino que también llegaron desde sus propias filas. La secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia aseguró ayer que Euskadi "no tiene un régimen privilegiado" y que no recibe dinero del Estado, sino que aporta dinero a las arcas nacionales. Sin embargo, Mendia defendió a su compañera de filas y cargó contra el PNV por "estar ya en campaña" y, en su opinión, "ya llegará el momento de hacer ese tipo de aspavientos", en referencia a la petición que le hizo el PNV para "desautorizar los ataques al autogobierno".

También resultó llamativo el pronunciamiento realizado por Nerea Llanos, secretaria general del PP vasco, que dijo que "el virus centralizador ha atacado" al PSOE, mientras la presidenta de los populares vascos, Arantza Quiroga, pidió "respeto" a la hora de hablar del concierto económico.

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