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Andalucía

Susana Díaz da el último aviso a la oposición antes de una nueva convocatoria electoral

Susana Díaz se ha cansado de esperar. Como la oposición. Las dos voluntades parecen que no encuentran un punto en común. La presidenta en funciones de la Junta ha citado a los partidos de la oposición para el lunes y el martes próximos en San Telmo con el objetivo de desatascar su investidura, pero con la advertencia de que será la "última vez" que se reúna con ellos si no hay un acuerdo. Se trata de un ultimátum en toda regla, de tal modo que Andalucía celebrará otras elecciones si esta semana entrante no hay avances significativos. En realidad, Díaz no puede convocar ahora. El Parlamento debe esperar a los dos meses que hay de plazo desde la primera votación, y éste acaba el 5 de julio. Si ese día no se ha producido la investidura, la Cámara se disolverá y será entonces cuando la presidenta en funciones convoque los comicios. La ley electoral andaluza impide celebrarlas en julio y en agosto, por lo que serían en septiembre. De cumplirse el peor de los escenarios, el PSOE dejaría de negociar durante las dos últimas semanas de junio y la primera de julio. Sería una situación extraña en la que todas las comunidades autónomas avanzarían hacia la formación de gobiernos mientras Andalucía, con un partido claramente mayoritario, se pasea por el abismo. Un tremendo fracaso de todos los partidos.

No obstante, Ciudadanos ha rebajado sensiblemente sus condiciones para llegar a un acuerdo. Según explicó ayer su líder, Juan Marín, su partido aceptaría que Susana Díaz firmase un escrito por el que se comprometiese a solicitar el acta de diputado de Manuel Chaves si éste es finalmente imputado en el Tribunal Supremo. Se da la circunstancia de que el juez instructor del caso de los ERE, Jorge Alberto Barreiro, puede tomar una decisión en los últimos días. El voto afirmativo de los nueve parlamentarios de Ciudadanos bastaría para sacar adelante la elección, pero si sólo se abstienen, el PSOE necesitaría el voto en blanco de uno de los tres partidos restantes de la oposición. El PP tiene 33 escaños; Podemos, 15, e IU, cinco. Ciudadanos y el PSOE ya estuvieron a punto de firmar un acuerdo anticorrupción que iba a dar paso a una abstención en la investidura. Sin embargo, y a última hora, el partido de Albert Rivera exigió que Chaves y Griñán dimitieran o se les exigiese el acta una vez rubricado este acuerdo. Lo que ofreció Susana Díaz es que esperaría la decisión del Supremo antes de reclamar los ceses.

En su discurso de investidura, la presidenta en funciones también atendió a otra de las demandas de Ciudadanos: la rebaja de impuestos. Anunció una disminución de dos a tres puntos de los tipos del IRPF y un cambio en el impuesto de donaciones y sucesiones. A Podemos le ofreció reducir un 10% los altos cargos y de confianza de la Junta y firmar acuerdos con las entidades financieras que trabajan con la Administración para que propongan soluciones habitacionales antes de desahuciar. Podemos consideró que esta respuesta no fue suficiente y sus negociadores quedaron emplazados a nuevas reuniones que no se produjeron. Para ser elegida presidenta, Susana Díaz sólo necesita 16 abstenciones, no se trata, siquiera, de votos afirmativos, sólo de dejar pasar, pero la situación se ha ido enquistando desde el principio. Se pensó que una vez celebradas las elecciones municipales y autonómicas, llegaría el desbloqueo, pero desde entonces, los negociadores socialistas no han llamado a nuevas reuniones.

No obstante, Juan Marín explicó que considera difícil que se llegue a un acuerdo cuando no han existido contactos previos y se les ha convocado casi para una decisión inmediata.

El PP de Juan Manuel Moreno no ha encajado bien esta cita. Considera que la presidenta "amenaza" con otras elecciones, que a priori podrían perjudicar a los populares y a Podemos, aunque nadie serio sería capaz de vaticinar un resultado electoral. Los populares han resumido en cinco sus 146 propuestas pero vinculaban su abstención a que el PSOE respetase la lista más votada en los ayuntamientos en los primeros plenos que se celebrarán el 13 de junio. Los socialistas ya habían declarado que se consideraban legitimados para buscar el gobierno de Juan Espadas en el Ayuntamiento de Sevilla en contra de Juan Ignacio Zoido. No obstante, fuentes populares explicaron ayer que difícilmente van a llegar a un acuerdo con este tipo de citas, que consideran claramente como una imposición. Juan Marín, de Ciudadanos, también criticó los modos.

"Susana Díaz no quiere gobernar ni llegar a acuerdos. Un mes antes de acabar el plazo legal para negociar ya amenaza con repetir elecciones", escribió en Twitter el responsable de los populares andaluces, que había emplazado a Díaz a "echarse en brazos de Podemos" o hacer algo "coherente y sensato" y dialogar con el PP y llegar a acuerdos para que se respeten las listas más votadas.

Los socialistas, sin embargo, consideran que 80 días han sido suficientes para llegar a un acuerdo mínimo que garantice, al menos, la abstención. "Esto no ha ocurrido nunca en ningún lugar de España", se explicó desde San Telmo. La advertencia de Díaz llega cuando sólo falta una semana para la constitución de los plenos municipales y para que se materialicen las alianzas de izquierdas. Desde el PSOE se apunta que, precisamente, se ha citado a la oposición el lunes y el martes para no condicionar los pactos de gobierno, pero es cierto que Podemos se puede ver en la tesitura de negar la abstención a Susana Díaz el martes, y el sábado pedir al PSOE sus votos para elegir alcalde a José María González, Kichi, representantes de este partido en el Ayuntamiento de Cádiz. Se da la circunstancia de que la líder de Podemos, Teresa Rodríguez, con quien Susana Díaz se entrevistará la semana próxima, es la compañera sentimental de Kichi.

Mientras en Andalucía la situación está estancada, el PSOE sí está llegando a acuerdos con Podemos en otras comunidades autónomas y en algunas ciudades importantes, caso de Extremadura, Castilla-La Mancha, Madrid o Barcelona. También está cercano el acuerdo de Ciudadanos con el PP en varias comunidades, de lo que el PSOE andaluz deduce que la posición de estos partidos es incoherente. El secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, indicó que si el PSOE ha dado este paso, es porque ya tiene el apoyo de otro partido de la oposición.

Las reuniones comenzarán el lunes a las 11 de la mañana con Juan Manuel Moreno, del PP, y seguirán hasta el martes en orden de mayor a menor, de tal modo que después le sucederá Teresa Rodríguez, de Podemos; Juan Marín, de Ciudadanos, y Antonio Maíllo, de IU. El socialista Juan Cornejo cerrará la ronda, la que puede ser la última.

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