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Elecciones generales

Susana Díaz respalda el rechazo de Pedro Sánchez al pacto con el PP

  • El Rey firma por primera vez la convocatoria de unas elecciones y el Congreso abrirá el 19 de julio Rajoy cree que el bloqueo acabará tras el 26-J, pero ni Albert Rivera ni el PSOE se disponen a darle su apoyo. Podemos e IU acuerdan redactar un programa en común como antesala de su coalición electoral.

Volver a empezar. En uno de los nodos del bucle electoral que España comenzó a trazar el 20 de diciembre todo sonó a repetido, aunque se produjo un hecho histórico: por primera vez en democracia el Rey convocó unas elecciones, ya que hasta ahora correspondía al presidente del Gobierno la disolución de las Cortes y la convocatoria. Con unas cuantas líneas, Felipe VI daba por concluida la breve e infructífera undécima legislatura, citaba a los españoles en las urnas el día 26 de junio y fijaba para el 19 de julio, a las 10 de la mañana, la apertura de las nuevas Cortes. En condiciones normales es el presidente del Ejecutiva quien convoca, pero Rajoy está en funciones, de tal modo que la cita correspondió al Rey con el acuerdo del presidente del Congreso. Sin embargo, y después de cuatro meses en los que los principales partidos han evidenciado su incapacidad para lograr el acuerdo, las estrategias sobre las alianzas no han cambiado. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, se sumó al veto que el candidato Pedro Sánchez tiene puesto al PP. "Con ellos no podemos ir a ningún sitio", sostuvo Susana Díaz por la mañana en Sevilla y, luego, ante el comité director de su partido. En eso su coincidencia con Sánchez parece total, los socialistas se niegan a entrar en una gran coalición con el PP, que es la fórmula a la que Mariano Rajoy aspira.

El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, otro de los barones territoriales de peso, se expresó en los mismos términos, no habrá Gobierno conjunto con el PP después del 26 de junio. ¿Y una abstención? ¿Es posible la abstención al PP si los resultados son similares? Formalmente, no. En el PSOE parece que seguirán con su particular teoría de las dos orillas: ni con el PP ni con los independentistas, pero también un tanto lejos de Podemos, por el camino del medio no se sabe hasta cuándo.

Los sondeos vienen revelando un hecho paradójico: una mayoría culpa a Pedro Sánchez de que no haya sido posible formar Gobierno. Paradójico porque es él quien más ha negociado a derecha (Ciudadanos) y a izquierda (Podemos), pero también quien en repetidas ocasiones ha dicho no a Mariano Rajoy. El PSOE tendrá que hacer frente durante esta campaña a esa estrategia, pero también a la amenaza que le llega por la izquierda mediante la unión en una coalición electoral de IU y Podemos. Los secretarios de Organizaciones de ambas formaciones, Pablo Echenique y Adolfo Barrena, acordaron ayer redactar un programa electoral común de mínimos. Ambas formaciones tienen como fecha límite hasta el 13 de mayo para presentar la coalición ante la junta electoral. Las bases de IU terminan de votar hoy en un referéndum sobre esta coalición.

Tanto Pedro Sánchez como Mariano Rajoy reunieron ayer a sus direcciones. Sánchez ha formado su comité de campaña con parte del equipo negociador que ha tenido durante estos meses, de tal modo que entra el portavoz parlamentario Antonio Hernando y José Enrique Serrano, el hombre que estuvo en Moncloa como asesor de los dos presidentes socialistas, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Mariano Rajoy, que sigue con Jorge Moragas como director de campaña, sostuvo que después de las elecciones "no se repetirá el bloqueo" e, incluso, adelantó que en julio podría haber Gobierno. Si el 19 de julio se abren las Cortes, Rajoy cree que en dos semanas será posible un acuerdo.

Pero salvo cambios significativos en la aritmética parlamentaria, el Ejecutivo parece también lejano, incluso después de una segunda votación. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, vino a echar un jarro de agua fría sobre los augurios de Rajoy. "Esto no se resolverá el un cuarto de hora", dijo Rivera desde el Congreso. Rajoy sólo tiene dos opciones para volver a ser presidente: o le apoya el PSOE, y de momento se resiste, o Ciudadanos y su partido consiguen sumar una cifra aproximada a los 170 escaños (la absoluta está en los 176), pero aun así está por ver si los naranjas investirían al presidente. Rajoy y Rivera no se hablan en público, tal como se dejó ver en la fiesta del Dos de Mayo en Madrid, y el político catalán ha expresado en varias ocasiones que el presidente en funciones no es la persona adecuada para el cambio.

De este modo, España sigue por la ruta de ese bucle electoral sin que nada parezca cambiar. Ante los suyos, Susana Díaz sostuvo que éstas serán las quintas elecciones que el PSOE gana de modo consecutivo en Andalucía, y es cierto que está a punto de lograr ese objetivo, pero también que éstos son unos comicios generales y que las lecturas parciales sólo valen para otras cuitas internas. "Si el PSOE gana estas elecciones -subrayó al referirse al ámbito nacional-, España tendrá un Gobierno en una semana". "Vamos a una campaña difícil, porque la gente está desconcertada, y con razón", insistió la presidenta andaluza. Susana Díaz también mantiene que el pacto con Podemos será difícil, y en ello también le apoyó Fernández Vara: "Ni gran coalición ni apoyo con quienes se quieren cargar al país".

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