Había avisado en varias ocasiones con "tirar de la manta" y ayer lo hizo. El empresario y líder de Unión Cordobesa, Rafael Gómez, Sandokán, habló por enésima vez de las naves de Colecor, de la urbanización de la Carrera del Caballo y de la famosa multa pero en esta ocasión señaló directamente a la ex alcaldesa Rosa Aguilar y dio otros nombres de los que, según él, orquestaron el plan para "acabar conmigo y exterminarme". El empresario, muy indignado, dijo que Aguilar, el ex alcalde Andrés Ocaña y el ex gerente de Urbanismo Antonio Jiménez le dieron permiso para construir en la Carrera del Caballo. Gómez también habló de reuniones clandestinas con concejales y favores a Aguilar en una intervención intensa que convocó de manera urgente para contestar a las declaraciones que el martes hizo el teniente de alcalde de Hacienda, José María Bellido (PP). El dirigente reconoció que no se podrá cobrar la multa y que era "muy triste" que el mayor deudor del Ayuntamiento fuera el líder de la oposición. A Gómez le sentaron especialmente mal esas palabras y, de hecho, inició su comparecencia arremetiendo contra el edil del PP.

Eso, en realidad, fue sólo una introducción porque lo que el empresario quería era contar lo que tantas veces ha insinuado: que Aguilar estaba al corriente de sus trabajos urbanísticos y que contaba con su visto bueno, por lo que no tiene intención de pagar la multa porque es una "injusticia".

Junto a la ex alcaldesa han caído otros nombres. Gómez desveló que la ex regidora, junto con el diputado del PSOE Antonio Hurtado y el alcalde de Palma del Río (también socialista), José Antonio Ruiz Almenara, fueron los que acordaron ponerle la multa, "porque me querían ver recogiendo cartones por la calle". Antes, la consejera de Fomento de la Junta, Concepción Gutiérrez, habría dado orden a Aguilar de "mirar para otro lado" e iniciar un nuevo expediente para el plan especial de la Carretera de Palma ya que el actual, pese a contar con la aprobación definitiva, "se lo iban a cargar". El empresario también desveló que Aguilar fue a su casa y, durante una cena, le comunicó que le iban a poner la multa de 24 millones de euros, aunque la ex alcaldesa le aseguró que "al final se quedarían en 6.000 euros".

No es el único encuentro, según él. "Hasta 40 veces en situaciones clandestinas" ha mantenido reuniones con dirigentes municipales "en casas de concejales y otros sitios" donde, apuntó, se le prometía que le iban a quitar la multa. Gómez también desveló una de esas reuniones, que se produjo en el Castillo de la Albaida y en la que está presente Aguilar, Ocaña y Jiménez (el gerente de Urbanismo por entonces) y allí se le dio "permiso" para construir en la Carrera del Caballo. "Empiezo las obras y después empiezan a llegarme millones de multas", lamentó Gómez.

"Han destrozado a una familia y a toda Córdoba" porque "yo daba trabajo a 10.000 personas de manera directa e indirecta". El empresario considera la multa "una traición" pues aseguró que durante el mandato de Rosa Aguilar "la he ayudado cuando he podido", haciendo alusión al centro que construyó en Las Palmeras o el pago de un cuadro de Romero de Torres para el museo. También se refirió a la venta de unos terrenos para El Corte Inglés que vendió "por debajo del coste real", a lo que Aguilar le dijo que "ya le compensaría". Además, la ex edil también avisó al empresario de que "la cosa se iba a poner peor" una semana antes de que fuera detenido por el caso Malaya, según su versión. "Me llamó y me dijo que lo peor estaba por llegar", desveló, y poco tiempo después se produjo el arresto.

Gómez no sólo habló como empresario sino también en clave política: "Unión Cordobesa somos todos y vamos a cambiar Córdoba por los cojones".

En respuesta a estos ataques, la hoy diputada nacional del PSOE por Córdoba, Rosa Aguilar, declaró ayer que "siempre" ha actuado "conforme a la legalidad".