Osuna

El SAT acampa "indefinidamente" ante las puertas de la finca de Las Turquillas tras el desalojo

  • La Guardia Civil echó a los jornaleros pacíficamente por la noche. El sindicato no descarta volver a entrar en los terrenos y hace un llamamiento para que se "fortalezca la ocupación".

Los jornaleros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) han decidido permanecer a la puerta de la finca propiedad del Ministerio de Defensa Las Turquillas que ocuparon el miércoles y que fue desalojada por la noche por la Guardia Civil. Asimismo, han precisado que la idea es "intentar volver a entrar en la finca más tarde".

Según un comunicado del SAT, tras el desalojo, los jornaleros realizaron una asamblea en la que se acordó que todas las personas desalojadas se quedasen a las puertas de la finca y han hecho un llamamiento para que "todo el mundo acuda a Las Turquillas para fortalecer la ocupación". Para ello, han montado tiendas de campaña, unas 16 tiendas, en la entrada del recinto.

La Guardia Civil desalojó en la pasada media noche la finca, ocupada desde horas antes por jornaleros del (SAT) encabezados por el dirigente de IU y alcalde de Marinaleda, Manuel Sánchez Gordillo, y  el presidente del SAT, Diego Cañamero. Precisamente Sánchez Gordillo tiene abierta una causa en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía por la ocupación de esta misma finca el pasado agosto, al frente de una cincuentena de jornaleros.

La Delegación del Gobierno autorizó a la Guardia Civil el desalojo, que se ha producido sin incidentes sobre las 0:00, según ha dicho portavoz del SAT que ha insistido en que se desmanteló el campamento de forma pacífica, ya que su interés "es la resistencia pacífica"

Esta segunda ocupación se produjo en la mañana del 1 de mayo por parte de unos doscientos jornaleros. La ocupación se realizo de forma pacífica bajo unas pancartas que decía "Pan Trabajo y Libertad" y con la intención de aprovechar en labores agrícolas "las 1.500 hectáreas que ocupa la finca", según dijo a los periodistas Diego Cañamero. Los agentes de la Guardia Civil advirtieron a los ocupantes que no estaban autorizados a permanecer en la finca.

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