Como ocurre en cualquier casa española de clase media, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) no llega a fin de mes. Su ejercicio finaliza el próximo 30 de noviembre y "ya no contratan a nadie" porque "no tienen más dinero para poder hacerlo". Así de contundente se mostró la secretaria general del Sindicato de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO en Córdoba, Teresa Juanico, que aseveró que "la situación en las plantas, tanto en personal como en material, es algo caótica", tanto que "el trabajador está llegando al límite".

Esto se extiende a la Atención Primaria: "no contratan a nadie y a los afortunados que llaman los pasan de un centro a otro para tapar huecos". Juanico explicó que el último tramo de contratos se ha hecho de octubre a noviembre porque no quedaba dinero y en diciembre "van a echar ya mano del presupuesto de 2015", lo que no significa "que vayan a abrir las puertas del proceso de contratación".

La responsable de sanidad de CCOO indicó que "hay centros de salud y plantas a las que les viene justo el material básico", es decir, el que necesita un profesional para estar en contacto con los enfermos. Por otra parte, el material que habitualmente utilizan los enfermos hospitalizados no se sustituye, de forma que es fácil encontrarse andadores con óxido y sin tacos protectores en las patas, colchones hundidos o sábanas manchadas y con algún que otro agujero.

En el aspecto de personal, pocas son las bajas que se suplen, incluso ha habido casos en los que no se ha dado el permiso reglamentario a una trabajadora por ingreso hospitalario de su padre. La falta de personal es tal que "hay veces que no puedes bajar al enfermo a hacerle una prueba porque no hay celadores, por lo que se pospone para el día siguiente o el otro, o se baja a deshoras, por la noche", apuntó Juanico. Tampoco se cubren las bajas por enfermedad, por maternidad, ni las reducciones de jornada, añadió la secretaria provincial de Salud y Servicios Sociosanitarios de UGT Córdoba, Lola Hidalgo, que agregó que encima los pocos contratos que se hacen son al 75%, por lo que los profesionales sólo trabajan cuatro días a la semana.

Las jubilaciones tampoco se sustituyen "y cada vez la gente se va antes, en cuanto puede, porque están hasta el gorro", agregó la responsable de Sanidad de CCOO. "Todo el mundo está esperando a que en 2015 cambie algo porque así no se puede aguantar mucho más", aseveró. Ese cambio que anhelan los profesionales difícilmente se producirá el próximo año ya que la consejera de Salud de la Junta, María José Sánchez Rubio, anunció esta semana que su área incrementará tan solo en un 2,5% sus presupuestos para 2015.

Uno de los efectos colaterales, agregó, se nota en las listas de espera: "Van aumentando; hace unos cinco meses había una espera en Córdoba superior a seis meses y ya estamos en hasta ocho".

Hidalgo, también se refirió a la promesa de la Junta para 2015 de cara a hacer contrataciones al 100%. "¿Cómo van a hacerlo si no tienen dinero?", cuestionó. A su juicio, la solución será aumentar las horas pero reducir el personal contratado. "Me temo que van a dejar gente atrás", concluyó.

La coordinadora de Salud Laboral del Sindicato Médico de Córdoba (Simec), Pilar Bartolomé, denunció que desde antes del comienzo de la crisis y, sobre todo, tras los recortes del SAS, "venimos soportando excesivas cargas de trabajo, la disminución de nuestro sueldo en un 30% y merma de medios", sin embargo "tratamos de contribuir con nuestra dedicación al mantenimiento de un sistema sanitario que no está dando la respuesta debida a los usuarios".

El Simec destacó que los profesionales sufren "continuas amenazas y presiones de una administración cada día más miope en la toma de decisiones adecuadas". A esto añadió que la "satisfacción de los usuarios con el sistema" viene dada por "el buen hacer de todos sus profesionales a pesar de los recortes".

Por otra parte, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado la "precariedad salarial" a la que las administraciones han condenado a una parte del personal del SAS desde hace seis años. En concreto, el presidente del Sector de Sanidad de CSIF, Antonio Poyato, informó de que unos 2.000 empleados del SAS sufren en la provincia unas "paupérrimas" remuneraciones que están por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Dentro de las categorías afectadas por estos bajos salarios hay puestos como auxiliar de enfermería, auxiliar administrativo, técnico de mantenimiento, técnico de farmacia, celador, pinche, telefonista y personal de lavandería y planchado, entre otros. Todos estos puestos perciben en sus nóminas mensuales un sueldo base que oscila este año entre los 548 y los 599 euros, mientras que el SMI aprobado para 2014 asciende a 645 euros.

Para finalizar, el secretario provincial del Sindicato de Enfermería (Satse), Manuel Cascos, reconoció que afrontan el año próximo con optimismo ya que éste han conseguido objetivos como que se reponga la paga extra de 2015 y se recupere la de 2012. Por ello, han establecido una hoja de ruta que tiene como prioridad que los contratos se hagan al 100%. "Esto, además de mejorar la calidad de los contratos, repercutirá de manera positiva en la creación de empleo", por tanto, "mejoraremos la situación de dotación de profesionales en las unidades hospitalarias y centros de salud", agregó Cascos.

También tienen esperanza en "recuperar los seis días de asuntos propios" y que se cumpla la tasa de reposición en sanidad -"ya hemos conseguido que se eleve del 10% al 50%", aclaró-. Todo esto hace pensar que "será un año para recuperar aquello que se nos ha quitado".