El ex delegado de Empleo en Sevilla Antonio Rivas ha asegurado este miércoles que no está preocupado por el nuevo auto de la juez Mercedes Alaya que le atribuye haber recibido “dádivas o regalos” en relación con la ayuda de 16 millones concedida a Heineken, empresa donde trabaja un hijo suyo.

En declaraciones a este periódico, Rivas ha explicado que no participó en “ninguna reunión, ni en la adjudicación o resolución” de la ayuda a Heineken, que fue concedida por el entonces director general de Trabajo Javier Guerrero. “No he participado absolutamente en nada”, ha aseverado Rivas, que también ha respondido a las afirmaciones de la juez respecto al aval prestado para que sus hijas adquirieran sus viviendas. “Yo lo único que hecho es avalarlas, como haría cualquier padre, pero los créditos los pagan ellas con su trabajo”, ha añadido.

Alaya también le atribuye la supuesta mediación para la contratación de un hijo suyo, pero Rivas defiende que éste entró en la empresa por méritos propios, tras haber realizado un curso que organizaba la empresa. Y lo hizo “no siendo menor de edad, sino cuando le faltaban varios meses para cumplir los 18, y el artículo 7 del Estatuto de los Trabajadores permite la contratación desde los 16 años”, ha precisado.

El ex delegado ha insisto en que su hijo entró en Heineken como peón de almacén, después promocionó a carretillero, y actualmente está en la planta de embotellado, donde sigue trabajando y “la empresa está muy contenta con él, porque es un buen trabajador”, dijo Rivas, que se pregunto si su hijo “no tiene derecho a trabajar en una empresa privada”.

Rivas también rechazó, como dice el auto de Alaya, que su hijo comprara dos viviendas, porque en realidad una de ellas es una VPO a la que renunció en su día, motivo por el que actualmente tiene planteado un pleito al Ayuntamiento de Camas para la devolución de cierta cantidad de dinero que había entregado.

El ex delegado confió en que las pesquisas que ha ordenado la juez Alaya y la investigación de la Guardia Civil concluirá que “no ha cometido ninguna irregularidad”.

Su abogado defensor, Jon Ander Sánchez, también ha mostrado su “absoluta tranquilidad porque no se va a encontrar nada extraño” en esta investigación de Alaya, dado que Antonio Rivas lo único que hizo es avalar a sus hijas, “como haría cualquier padre”, y respecto al contrato de su hijo en Heineken tampoco hay nada irregular.