Los altos cargos de UGT regionales y provinciales mantuvieron una reunión el miércoles en la que varios de sus representantes exigieron a la dirección una respuesta contundente ante las decisiones que está tomando la Junta de Andalucía con el sindicato. Ugetistas veteranos en la formación y responsables de las federaciones más potentes reivindicaron una reacción ante el ataque que, a su juicio, están recibiendo por parte de los dirigentes políticos de la Junta de Andalucía, del PSOE y también de IU, por los casos de supuesta corrupción en las filas del sindicato investigados por la Justicia y por la propia Administración, como las facturas falsas o los cursos de formación, desviando los que afectan a los políticos. "Si el gobierno andaluz cree limpiar sus vergüenzas echando sobre UGT su inactividad en su gestión va dado", comentó en Twitter hace unos días el principal dirigente de Servicios Públicos de UGT, Antonio Tirado, un histórico que ostenta el cargo desde 1998. "El consejero de Empleo de la Junta no se merece ni el más mínimo respeto después de haber insultado hoy a todos los ugetistas", expuso en otro comentario Tirado tras la comparecencia de José Sánchez Maldonado (del PSOE, pero también afiliado a UGT) en la que informó de la conclusión de la investigación interna por la que se reclama 15,3 millones de euros a UGT por subvenciones no justificadas.

Ésta ha sido la mecha que ha terminado de encender a los dirigentes de un sindicato con unas cuentas muy comprometidas y que hace dos años afrontó un ERE en su plantilla.

La devolución de ese montante es imposible, reconocen varias fuentes, que culpan a la Administración de no haber hecho su trabajo a tiempo en la justificación de las ayudas. Otros lamentan el abandono de la Junta, que habría encontrado en UGT una cabeza de turco.

Este ambiente convulso en el otrora sindicato hermano explotó en la reunión. A pesar de que la dirección negó ayer varios puntos abordados, algunos de los dirigentes se fueron de la reunión con la confianza de que se habían tomado decisiones tan extremas como la "ruptura de relaciones" con la Junta, el PSOE e IU, o incluso decantarse por una filiación ("o papá o mamá") entre el PSOE y UGT, y así lo recogió el jueves la agencia de noticias Europa Press.

La Ejecutiva liderada por la secretaria general Carmen Castilla manifestó ayer que las conclusiones tomadas distinguen entre actos institucionales y actos políticos.

De esta manera, UGT se ausentará de los actos "de foto" y comienza con la renuncia a la tradicional presentación de los Presupuestos por parte de la consejera de Hacienda junto a CCOO, una deferencia que ha tenido la Junta en los últimos 20 años y que este año no se producirá. De los actos políticos separa UGT los "actos institucionales", como es su participación en las diferentes mesas en las que interviene ("porque es nuestro trabajo") y en los órganos de representación, como lo diferentes consejos y organismos de la Junta, donde sus representantes tienen asignadas indemnizaciones. Tampoco se pedirá a los ugetistas que se decanten por el sindicato o por el PSOE. La rebelión, según se concertó, será individual.