Andalucía

Portazo del PP a una coalición electoral con Cs en Andalucía

  • Génova descarta repetir la experiencia de País Vasco y Navarra tras el ofrecimiento de Arrimadas

  • El primero que habló de esta posibilidad fue Juanma Moreno, en agosto de 2019

Juanma Moreno e Inés Arrimadas, en el Palacio de San Telmo

Juanma Moreno e Inés Arrimadas, en el Palacio de San Telmo / José Ángel García

La idea de una coalición electoral entre PP y Ciudadanos en Andalucía siempre llega en mal momento para uno de los dos socios del Gobierno andaluz. Ahora son los naranjas los que están por la labor mientras que en el PP no quieren ni oír hablar del asunto. No siempre ha sido así. De hecho fueron los populares los primeros que hablaron en público de esa posibilidad. El propio Juanma Moreno, durante un paseo por Málaga en su feria de agosto, calificó la coalición con Ciudadanos como una “solución viable y realista”.

Las palabras del presidente de la Junta hay que leerlas en su contexto. El autodenominado Gobierno del cambio todavía daba sus primeros pasos y habían pasado pocos meses de las elecciones generales de abril de 2019, donde los naranjas lograron el sorpasso a sus socios de San Telmo, a los que sacaron algo más de 20.000 votos. Ciudadanos, con Albert Rivera en su mejor momento, dieron un portazo de una sonoridad similar al que se ha llevado Inés Arrimadas en estos días después de que el sábado, en Sevilla, recuperarse la posibilidad de imitar las candidaturas conjuntas de PP y Cs en Navarra y el País Vasco.

Hace ya más de dos años –y una pandemia de por medio–, Moreno puso el foco en esa fórmula que sólo se había ensayado en Navarra, pero lo que pasó, en las elecciones generales de noviembre, es historia política reciente de España. Ciudadanos pasó de quedarse a punto de superar al PP a una casi irrelevancia, provocando inestabilidad en los gobiernos autonómicos en los que estaba. Esos temblores casi pasan de largo de Andalucía, pero hace ya meses que quedó patente que el eslabón débil del Gobierno andaluz es el naranja. Desde entonces no se han oído en el PP llamadas a la coalición.

De hecho, Inés Arrimadas negó esa posibilidad cuando, hace justo un año, el vicepresidente de la Junta y líder regional de Ciudadanos, Juan Marín, abrió la puerta a un Andalucía Suma. Pero el cambio de postura de Inés Arrimadas, alineada con Juan Marín desde la pasada primavera después de varios desencuentros, protagonizó algunos de los corrillos que se generan en las celebraciones institucionales del Día de la Constitución, que se conmemora en Madrid.

Fue el vicesecretario de Comunicación del PP, el diputado por Málaga Pablo Montesinos, quien descartó de forma tajante la lista. El dirigente popular cree que “la vía es el PP y votar a Pablo Casado en las generales y a Juanma Moreno en Andalucía cuando correspondan las elecciones autonómicas”. “Lo que tiene que hacer todo el votante de centroderecha o descontento del PSOE es venir a la casa común, que es la del PP”, afirmó Montesinos.

El político malagueño también se pronunció al respecto de la alianza con Cs cuando Juanma Moreno lo propuso, en agosto de 2019. Entonces admitió que el PP “siempre va a dejar la puerta abierta” y defendió ese tipo de coaliciones donde fuera posible. “No hay otras fórmulas ni otras vías” e insistió en que “la unión del centro derecha se tiene que consagrar en torno al PP”.

Fuentes de la dirección nacional del PP insistieron después en que la única fórmula en la que trabaja Casado es la de “unificar el voto de centroderecha en el paraguas del PP”. “Quién votó a Cs, quién votó a Vox y quien votó al PSOE y está descontento, aglutinarlos en torno al PP”, añaden desde Génova, al tempo que recuerdan lo ocurrido en Murcia, con la moción de censura que impulsó Ciudadanos junto al PSOE para desbancar al Gobierno de Fernando López Miras, y confirman que la estrategia del PP es la que explicó en público entonces el secretario general del PP, Teodoro García Egea cuando abrió las puertas del PP a los votantes y cargos de Ciudadanos.

En Andalucía ese trasvase no es posible porque PP y Cs firmaron un acuerdo de no agresión, pero la vigencia de ese pacto no llega a las elecciones, por lo que no es descartable una integración de parte de los que hoy son cargos naranjas. Otros se muestran contrarios a una alianza electoral que, en cualquier caso, el PP no desea ahora y, como confirmó ayer Arrimadas, no ha pasado de los titulares de prensa a una negociación real con Casado.

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