Andalucía

Populismo de proximidad

  • Los andaluces pagan 384.554 euros diarios por la RTVA

  • Canal Sur, con más de la mitad del desembolso, se debate entre servicio público y frivolidad

Juan y Medio y Eva Ruiz, presentadores de 'La tarde, aquí y ahora', con dos horas y media diarias.

Juan y Medio y Eva Ruiz, presentadores de 'La tarde, aquí y ahora', con dos horas y media diarias. / rtva

La nacionalidad andaluza tiene forma de sonajero. Según la televisión. La de por allá y la de aquí. La identidad de los andaluces parece remitirse a unos habitantes de pequeñas poblaciones preocupados por no perder el ritmo, de alta edad media, corredores de toros y bailaores de una sevillana cansina. Para los espectadores de TV3 el líder de su espíritu nacional vive agazapado por arbustos germanos mientras que para Canal Sur el líder es un señor mayor rodeado de muchas mujeres que se contonean ante su elevada presencia. Contemplando los delirios del equipo y espectadores que asisten a La tarde, aquí y ahora, entendemos que quien nos guiará hacia la independencia contra la opresión centralista será el bertinista Juan y Medio mientras su compañera Eva Ruiz rebana al compás de El Serrucho, veraniega melodía resacosa de 2013. Ambos protagonizaron unas escenas que dieron la vuelta al mundo en septiembre, cuando el almeriense, en este serruchismo hilarante, se puso a recortar la falda de su compañera. Juan y Medio, impune y cordial de puertas para fuera, es quien realmente manda en una RTVA interina así que todo quedó absolutamente en nada. Viva la república serruchista, la que se retransmite en cuanto suenan las cafeteras en los pueblos de mi Andalucía. Cada tarde el programa de los ancianos casaderos cuesta unos 12.000 euros. Según el presupuesto de la Junta, los contribuyentes pagan a diario 384.554,5 euros por tener ahí la RTVA. Ahí está. En torno a la mitad se paga por la parrilla del principal canal de TV, a punto de cumplir 30 años en nuestras vidas.

En un visionado de 24 horas, vigilando de qué manera se destinan esos casi 150.000 euros diarios, Canal Sur en realidad se divide en dos canales: uno matinal de vocación de proximidad y servicio público, aunque no registre las cifras de audiencia de otros tiempos; y otro, el del serruchismo, que cuenta con algunas cuotas notables, como eseLa tarde, aquí y ahora que cubre dos horas y media y que de forma veterana es tildado de "servicio público", por la compañía que presta a decenas de miles de personas solas, justifica la Junta.

El programa se abre con ese guateque de la grada al que sigue una tertulia donde refulge la sabiduría y temple del veterano Tico Medina (que ya hacía programas en TVE hace 60 años). Este miércoles el tema principal era el divorcio de los reyes, según una revista alemana. Escolástico señaló firme: lleva el sello de Jaime Peñafiel. Juan y Medio tira y afloja todo el rato, mira de reojo y embelesa de media a unos 350.000 andaluces que lo consideran como de su familia. La presidenta Susana Díaz es de las que lo reconoce como un servicio público, a la altura de un hospital. Tras los 100 minutos entre invitados casaderos La tarde se remata con actualidad, en este caso, un despliegue sobre la romería de la Virgen de la Cabeza. La Andalucía que reza y bate palmas. Populismo neorregionalista. Canal Sur dedica más horas religiosas y festeras al año que la cadena de los obispos, Trece.

La Nuestra tiene sus horas de servicio público. Sobre todo a deshoras. El despertador Buenos días Andalucía, con Marta Paneque y Blanca Rodríguez, despliega la paleta con pluralidad. Junto a los temas de portada en su agenda de la actualidad hay noticias como que baja el precio del aceite y sube la demanda de sandías; que faltan albañiles, pese al paro, y la nutrida sección de sucesos, desde el incendio de Gádor a los desgraciados accidentes infantiles. Este miércoles se atendía al 20º aniversario de la rotura de la balsa de la mina de Aznalcóllar. A lo largo de la mañana se conectó con esta población para comprobar el buen estado del recuperado corredor verde hacia Doñana, y se recordó que dos años antes del desastre la cadena había alertado, mediante denuncia, sobre las condiciones de aquellas instalaciones. Los suecos de Boliden tuvieron reacción hostil, justificando los puestos de trabajo (panacea para no tener ataduras en esta tierra) y, llegado al horror, no han asumido los errores. Con la Junta en el papel de bueno, fue el tema propio machacón, incluyendo entrevistas a ecologistas y al consejero del florido ramo, José Fiscal. En cambio, la jornada del juicio de los ERE se despachó en el noticiario nocturno (con Fernando García, director de informativos) en apenas 45 segundos, bastante menos que las protestas pensionistas. Susana Díaz tenía una modesta ración con su presencia entre los jueces del CGPJ en Córdoba. Además de los presupuestos, el Gobierno aparecía con el ministro Zoido manejando una tableta de hachís con el logotipo de Rolls Royce del impresionante alijo algecireño. Fue en una de ésas en CSN Mediodía, con Mabel Mata y Juan Carlos Roldán, cuando el día saltó por los aires con la dimisión tras el increíble vídeo de las cremas para el rostro de Cristina Cifuentes. La tertulia, aceptablemente coloreada, con Javier Aroca, Ángela Cañal y Francisco Reyero, se centró en el PP madrileño. Cifuentes copó las posteriores portadas, con conexiones con el corresponsal en Madrid.

Pero en cuanto se cierran los deportes y los mapas del tiempo llega el serruchismo afilado de Vaya tela, en doble entrega, con claras formas de Aquí hay tomate, en una cadena que había renunciado en su momento a hacerle la competencia a Telecinco al respecto.

Andalucía Directo, en línea con la intención de proximidad, reafirma su propia credibilidad mediante borrascas, jaranas callejeras, reyertas y croquetones, dando paso a las recetas de Enrique Sánchez, con sus revisiones de la cocina tradicional. Contenidos enfocados hacia los pueblos y unos espectadores mayores. Si no es un suceso, una fiesta o una inauguración no se van a encontrar en la parrilla con Jerez, Granada o Marbella, por ejemplo. Y no se van a topar con investigadores, abogadas, artistas ajenos al copleo, empresarios. De ahí lo llamativo de la gala de El Público, especial emitido a medianoche, con sitio para escritores jóvenes o pintoras.

Femenino mayor y rural es la clave de esta cadena, la cadena pensada para que le guste a Susana Díaz y a las teletiendas, donde salvo para cantar sevillanas o proclamar coartadas sindicalistas no hay sitio para los jóvenes. En ese objetivo de mujer mayor de núcleo pequeño se centra La tarde y contenidos de prime time como Te echo de menos donde las mujeres de los pueblos se hacen valer desapareciendo mientras los hombres lidian la ausencia. Todo con tono indiferente y lastimoso. Con ese vacío de ingenio y chispa auténtica que tiene la Andalucía real y no esta Andalucía televisiva, poco viajada, de rutina y derechos adquiridos. Juan y Medio nos liderará pronto y proclamaremos nuestro nuevo himno: "A María Moñito se le partió/ la cama que el Chawa le dio/ la trajo pa que la arreglara/ porque yo soy el que la cla, cla, cla, cla, clava/. Y esta noche doy serrucho, serrucho, serrucho". Amén.

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