Tirar cáscaras de pipas al suelo está penado por el Ayuntamiento de Granada con una sanción que oscila entre los 150 y los 300 euros. Esta normativa, desconocida para la mayoría de los vecinos, está recogida en la ordenanza municipal de limpieza. El lunes la conoció de primera mano un joven asturiano que, con unos amigos, degustaba el conocido fruto seco en la placeta de los Carvajales.

"Sólo estábamos comiendo pipas y, de repente, vino una pareja de policías locales y nos registró. Creemos que como no encontraron lo que buscaban, decidieron multarnos por tirar las cáscaras de pipas al suelo", relata el joven sancionado perplejo por la cuantiosa sanción.

Y es que, aunque en la multa el Policía no especificó la cuantía de la sanción, sí advirtió a los jóvenes que el desembolso podía alcanzar los 300 euros. "Vine a Granada para buscar trabajo y al final no solo me marcho sin empleo sino que me llevo trescientos euros menos", lamentó el joven, de iniciales M. R.

Desde la Concejalía de Medio Ambiente corroboran los términos de la normativa y aseguran que las cuantías son tan elevadas por la necesidad de crear conciencia entre los ciudadanos sobre la obligación de mantener limpia la ciudad. Aunque el joven tiene pensado recurrir la sanción, desde el área de Medio Ambiente reconocen que la única manera de amortiguar el desembolso económico pasa por que los jóvenes asuman su culpa y paguen la sanción cuanto antes. Esto reduciría la sanción a un 30 por ciento, dejando la multa en 45 euros.

"Entendemos que para estos jóvenes la sanción puede ser una carga económica grande. La única solución es que paguen con antelación y se declaren culpables de los hechos", argumentó la concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Granada, María Dolores de la Torre, quien reconoce que no es la primera vez que se interponen en la ciudad multas de este tipo por ensuciar la vía pública.