Las elecciones primarias se juegan en dos asaltos, aunque puede que el segundo de ellos, el que se celebra el día 29 de julio, no llegue a producirse. En el equipo de campaña de Luis Planas, consejero de Agricultura, reconocen las dificultades para reunir antes del 17 de julio los 6.860 avales necesarios para pasar de ser aspirante a candidato. Y no es sólo la escasa penetración que Planas pueda tener en el aparato socialista, lo que de por sí ya es un problema para su candidatura, sino que sus colaboradores trabajan sin el censo de los 45.733 militantes socialistas que están al día en sus cuentas con el partido. Es decir, que van buscando avales "a ciegas", en palabra de uno de sus colaboradores.

Según el reglamento de estas primarias, el censo, que desde la sede de Ferraz se entregó al PSOE andaluz, sólo estará disponible para los candidatos que hayan reunidos los avales; es decir, sólo los que pasen la línea roja del 17 de julio, la de los 6.860 militantes. El problema es que los contrincantes no saben quiénes son esos 45.733 votantes. En el PSOE figuran como simpatizantes casi 20.000 personas más que, aunque no estén al día de los pagos al partido, se consideran de este modo porque no han comunicado el deseo de darse de baja en la organización.

La abrumadora presentación de la candidatura de Susana Díaz ayer en Antequera, con la asistencia de casi todo el Gobierno andaluz a excepción de los obvios, es decir, el propio Planas y José Antonio Griñán, indica que la consejera de Presidencia suponía hace tiempo que el PSOE terminaría convocando primarias. Es casi imposible que en sólo nueve días haya conseguido tal despliegue y haya encargado todo el material publicitario que acompañó a un acto muy bien estudiado. El equipo de Planas da por hecho que su contrincante tiene mayores resortes para conocer quiénes son los militantes, aunque no tenga el censo entre sus manos.

Susana Díaz no sólo es la consejera de Presidencia, sino que, además, forma parte de la Ejecutiva del PSOE andaluz, lo que en principio ya le da una amplia ventaja sobre Planas. Además, le apoyan siete de ocho secretarios provinciales, lo que le evita los problemas de Planas con el censo. Sus detractores sostienen que, sin embargo, no es una persona bien vista entre la militancia, aunque durante los últimos meses no sólo se ha trabajado esto, sino que ha moderado las actuaciones de la que siempre ha sido una persona excesiva.

De 39 años, en su equipo ha incorporado a personas con amplia trayectoria en el PSOE: José Caballos, histórico líder sevillano; Luciano Alonso, consejero de Cultura; Manuel Gracia, presidente del Parlamento; y Fernando Rodríguez Villalobos, el presidente de la Diputación de Sevilla, el hombre que le ayudó a conseguir la secretaría general de la provincia con más militantes de Andalucía. Luis Planas ha nombrado al parlamentario Alfonso Gómez de Celis director de su campaña; sevillano, fue la persona que convenció a Díaz para que se afiliase al PSOE. Casi desde entonces, se han convertido en aguerridos contrincantes. En el congreso sevillano, apoyó al alcalde de Alcalá de Guadaíra, Antonio Gutiérrez Limones. La portavoz del consejero de Agricultura en estas primarias será la cordobesa Victoria Fernández.

Planas cuenta con el apoyo de otros históricos, caso de Luis Pizarro, y al menos con la simpatía del ex presidente Manuel Chaves. También ha conversado con Felipe González en los últimos días. A pesar de estos destacados apoyos, la candidatura de Planas sólo tiene una fecha en su mente: el 17 de julio, día para la presentación de avales. El 29-J, si llega, será otro problema: las urnas.