La vicesecretaria de Organización del PP andaluz, Patricia Navarro, criticó ayer la "pasividad" que, a su juicio, está demostrando la presidenta y secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz ante "la cruzada que determinados miembros del PSOE llevan emprendiendo desde hace días contra el Tribunal Supremo", y ha aludido concretamente a los ex presidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán, y al ex consejero de la Presidencia Gaspar Zarrías, imputados ante el Alto Tribunal en el caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) presuntamente fraudulentos.

En una rueda de prensa en Sevilla, Navarro señaló que "no ha habido una declaración, ni en contra ni a favor, de estos insultos y descalificaciones", y recordó que esta actitud ya se puso de manifiesto "contra el Juzgado de Instrucción número seis de Sevilla" y su entonces magistrada titular, Mercedes Alaya. Se trata, según abundó la parlamentaria popular, de palabras que "lo único que hacen es desprestigiar a la justicia en España", y tras apuntar directamente a "Chaves, Griñán y Zarrías" como socialistas que han incurrido en esos comportamientos "en las últimas semanas", insistió en que "es algo que viene siendo habitual en la filas socialistas e incluso en el seno del propio Gobierno de la Junta", donde "algún consejero que otro se ha permitido el lujo de ir en contra de la juez Alaya".

"Lejos de respetar las decisiones judiciales, lo que hace el PSOE es poner un día tras otro piedras en el camino", denunció Navarro, que se refirió también a los "numerosos imputados del PSOE" que "en el caso de los ERE se han negado a declarar sobre estas cuestiones, no colaborando con la justicia". Para la vicesecretaria de Organización del PP-A, se trata de "comportamientos intolerables, inasumibles e inaceptables por parte de personas que han sido cargos públicos, representantes de los andaluces", y que además "representan a un partido cuyo papel en la construcción de la democracia y del Estado de derecho ha sido clave y fundamental".

El PP-A exige a Díaz que "demuestre con hechos que es implacable contra la corrupción, porque quien lo es no permite que en sus propias filas se desprestigie a la justicia y se descalifique a los representantes de la justicia", de modo que "debe corregir estos comportamientos y reprender y obligar a respetar la justicia a todos esos miembros de su partido, y alguno con más motivo porque se le supone una relación de bastante confianza, porque han sido sus padrinos en política", apostilló Navarro.