Andalucía

El PP cierra filas en torno a sus nuevas reglas de juego y Rubalcaba exige consenso

  • IU anuncia su rechazo frontal a la propuesta y CiU se muestra dispuesta a estudiarla

Numerosos dirigentes del PP salieron ayer en defensa de la propuesta del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de reformar la ley electoral para permitir la elección directa de alcaldes, un cambio que el PSOE e IU ven inoportuno abordar a pocos meses de las elecciones municipales pero que cuenta con la tibia complicidad de CiU.

Algunos responsables del PP, además, dieron ideas sobre la fórmula que podría utilizarse, como la de celebrar una segunda vuelta, mientras que desde la oposición no se ve con buenos ojos esta reforma con la que, opinan muchos partidos, el PP busca asegurarse el mayor número de alcaldías por miedo a los pactos de la izquierda.

Importantes cargos del PP como el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente del Congreso, Jesús Posada, sugirieron la posibilidad de la segunda vuelta, que en opinión de este último sería el sistema más acertado. Feijóo señaló incluso que se podría ir "más allá" de los alcaldes, aunque "por algo hay que empezar", y consideró un "contrasentido" que "un alcalde a falta de un concejal se convierta en líder de la oposición y un candidato que ha perdido claramente las elecciones se convierta en alcalde".

El vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP, Javier Arenas, considera que "aumentaría la confianza de los ciudadanos en el sistema democrático", si bien apostó por abrir un "debate sereno" al respecto.

Sin embargo, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, advierte que "no se pueden cambiar las reglas del juego" sin consenso y a pocos meses de las elecciones locales, previstas para de mayo de 2015 y una reforma de estas características, subrayó, "exige un amplísimo acuerdo de las fuerzas políticas".

Fueron muchas las voces de la oposición reacias a esta propuesta de reforma. El líder de IU, Cayo Lara, acusó a los populares de pretender dar un "golpe de mano" a la "democracia representativa" y de tratar de "blindarse" antes de perder poder en los gobiernos locales. Mientras, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, amplió al PSOE el miedo a perder alcaldías y consideró que los dos grandes partidos están hablando de esta posible reforma debido a ese temor, aunque no cerró la puerta a discutir la propuesta.

Y un ex miembro del PP, el presidente de Foro, Francisco Álvarez-Cascos, se mostró "perplejo" de que su antiguo partido pida elegir directamente a los alcaldes cuando no elige directamente a sus candidatos.

Frente a las críticas de la oposición, fueron muchos los dirigentes locales y autonómicos del PP que se suman a la idea. A la cabeza el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, Íñigo de la Serna.

Los alcaldes de Valencia, Rita Barberá, y Valladolid, Francisco Javier León de la Riva celebraron la idea, igual que la presidenta de los populares madrileños, Esperanza Aguirre. "Las coaliciones de perdedores no pueden desplazar al partido ganador", sentenció la ex ministra.

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