Huelva ha cerrado otra edición de las Colombinas. Toda la ciudad ha estado en fiestas durante seis días, desde el martes hasta el domingo de la semana pasada. ¿Toda? No. Hay un lugar en el que no hay la mínima señal de alegría. No hay ningún ambiente festivo en el PP de la capital. Es más, no ya festivo, es que ni siquiera hay buen ambiente.

Era un secreto a voces. La división interna que padece el PP en la capital onubense se evidencia en una carta que una amplia representación de sus concejales suscriben pidiendo un "cambio inmediato" en la estructura del grupo y el relevo del portavoz, Ángel Sánchez. La misiva se dirige al presidente provincial del PP, Manuel Andrés González, y llega tras una reunión del 19 de julio, en la que ya le trasladaron sus desavenencias.

El escrito recoge una "discrepancia absoluta" con la forma de hacer oposición en el Ayuntamiento de Huelva, situación de la que González "ya era conocedor". En poco más de folio y medio de extensión, los ediles dejan claro que el motivo por el que discrepan de su portavoz nada tiene que ver con la improvisación o las animadversiones personales, sino que es fruto de una "profunda reflexión" y la "responsabilidad" que los firmantes entienden que tienen como concejales. Hablan sin ningún tipo de tapujos de condescendencia y tibieza en la defensa de las posiciones del partido, así como en la crítica a la gestión del equipo de gobierno.

No hay medias tintas a la hora de diagnosticar el comportamiento de Sánchez, que califican de "arrogante" tanto en las decisiones que adopta como en la manera en que da a conocer las posiciones del grupo, por lo que demandan de la dirección provincial del partiodo "una solución que no puede demorarse más". La selección del portavoz engendró la crisis: Sánchez sólo tuvo el apoyo de dos de sus siete compañeros, el de Berta Centeno, su soporte más fiel, y el de Juana Carrillo, que llegó a sonar como candidata a la Alcaldía.

En su escrito, los concejales transmiten su "deseo" de que todo pueda resolverse de forma discreta, "en el seno del grupo municipal" para que la solución pueda ser consensuada y "comprometida" por todos sus componentes. Los ediles piden que no tenga transcendencia y que si no es posible, "como parece que no lo ha sido tras más de un año de legislatura", se pueda trasladar su petición, "con total discreción", al presidente regional del PP, Juanma Moreno, para que conozca su postura.

Los firmantes del escrito defienden que la nueva configuración debe pasar por un reparto de competencias y responsabilidades en función de cada área de gestión, que debe haber participación en las decisiones, así como una agenda común. Y lo más importante a su juicio: que haya una imagen de unidad que llega de la mano de la presencia. También rechazan cualquier tipo de personalismos porque creen que así se defiende la postura del PP y el grupo se convierte en el "referente de la oposición, como corresponde". El final de la epístola se cierra con una petición muy directa: que se adopten las medidas oportunas para "evitar males mayores". Los concejales rebeldes mantuvieron hace días un encuentro con el secretario general del PP de Huelva, David Toscano, pero no ha trascendido nada de esa reunión.

El primer cargo orgánico del partido en reaccionar ha sido el vicesecretario de los populares onubenses, Carlos Duarte, para quien la situación "es la misma de hace un año". Ayer transmitió la que se supone que es la visión que tiene la cúpula del partido en la provincia de Huelva de todo este embrollo: las "diferencias interpersonales" -que no la crisis interna- que hay en el grupo municipal del Ayuntamiento de la capital forman parte de las "relaciones interprofesionales" y del "juego democrático que se presupone en el partido".

La dirección provincial no encuentra ninguna actitud indisciplinada en las ausencias continuas en los plenos que se vienen repitiendo prácticamente desde el inicio del mandato, ni en la falta de asistencia y participación de la mayor parte de los concejales en los actos de ciudad y de los que se organizan en el ámbito local: "No hay medidas que tomar porque no hay indisciplina", reiteró Duarte.