Algunos comunistas parecen estar más dispuestos que nunca a acometer una operación de limpieza interna en Izquierda Unida. Tras la salida de Rosa Aguilar de la organización para convertirseen consejera de Obras Públicas del nuevo Gobierno andaluz de José Antonio Griñán, ya ha surgido una voz que pide "señalar a los traidores" que estaban en la misma corriente que la ex alcaldesa de Córdoba y cercanos a las tesis de Gaspar Llamazares y que aún permanecen bajo las siglas.

En uno de los últimos boletines digitales de IU de Sevilla está colgado un escrito del secretario provincial del Partido Comunista de Andalucía (PCA), Juan de Dios Villanueva, en el que sin pelos en la lengua llama a sus camaradas a adelantarse a otros futuros abandonos que puedan darse en la formación "descubriendo a los emboscados y emboscadas".

El texto de Villanueva es contundente en los términos e invita al PCA a "dejar de ser pusilánime" porque este sector crítico, aunque ya debilitado tras victoria de la candidatura del comunista Cayo Lara a la coordinación general, intuye que sigue "acechando desde su poder en Asturias y se parapetan en los escombros del aparato provincial de Sevilla", y como prueba menciona su amenaza de que no se involucrarán en la campaña de IU en las europeas. Algo que, por otro lado, no es nada nuevo, ya que la fuerte tensión entre los sectores enfrentados por las candidaturas provinciales afectó, y mucho, a la campaña de las pasadas elecciones autonómicas y generales de 2008.

El dirigente comunista apremia a "desembarazarse de complejos" y atajar el problema de una manera más eficaz, ya que hasta ahora "nunca se les echaba y se iban cuando más daño hacían" a la organización, como el caso de Aguilar, a quien pide que se le empiece a llamar "consejera tránsfuga", algo en lo que, salvando las distancias, también parece estar de acuerdo el PP, que quiere llevar el caso a la mesa del Pacto Antitransfuguismo. La conveniencia de usar este apelativo lo refuerza, además, colocando a Aguilar como la cabeza pensante de una maniobra que fracasó en la Asamblea Federal de IU y con la que pretenderían deshacerse del PCE "para poder hacer con IU lo que acaba de hacer ella: ofrecerse en bandeja al PSOE".

Aunque en esta ocasión la diatriba tiene puesto el foco en la ex regidora cordobesa, no es la primera vez que el secretario del PCA sevillano muestra su intención de apartar de IU todo aquello que huela al sector crítico. Hace un año, ya invitó a los miembros de esta corriente y con carné comunista a que renunciaran a éste por una cuestión de incompatibilidad ideológica, e incluso amenazó con su exclusión de las candidaturas de la doble cita electoral de marzo de 2008 a quienes acudieran a un encuentro alternativo celebrado en La Luisiana. Una última prueba de sus intenciones está en que ya por esas fechas abogaba por que sus siglas se desvincularan de IU y concurrir a las elecciones bajo su propia marca.