La fusión de las cajas andaluzas en una sola entidad financiera, aparte del Gobierno andaluz, cuenta desde ayer con un nuevo valedor. El presidente del Observatorio Económico de Andalucía y profesor de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidad de Málaga, Joaquín Aurioles, se mostró partidario de la creación de una "caja única", y la razón de su apoyo la justificó en que Andalucía "nunca va a tener un tejido bien articulado si carece de un tejido económico potente, propio", y este objetivo implica que "haya entidades de tamaño".

"Pobre", sin embargo, es lo que le pareció el debate político sobre si la sede de la caja única debe estar en Málaga o Sevilla. Aurioles opinó que esta discusión demuestra que Andalucía "tiene pendiente de definir la dimensión territorial de su modelo político administrativo".

Sobre la petición formulada por el PA en Sevilla y el PP en Málaga y el PSOE malagueño, quien ha dicho que hará "valer el peso" que tiene Unicaja para que la futura caja esté en sus respectivas capitales, el profesor ha declarado: "Los partidos responden a incentivos electoralistas". A este respecto añadió que estos actúan "dependiendo de lo que les proporciona más rédito electoral" y expresó sus dudas sobre "si es bueno que este debate se le secuestre a la sociedad".

Quien suavizó su rechazo inicial a la fusión de las cajas, fue el presidente del PP-A, Javier Arenas, que mostró su disposición a estudiar "desde la seriedad y el rigor" una posible fusión, pero advirtió que su partido no apoyará "ningún disparate que suponga perjuicios para las cajas y para la economía".

"Este asunto debe abordarse desde planteamientos económicos, no desde la política partidista", dijo, e insistió en rechazar "proyectos que sean simplemente una operación del poder socialista". A este respecto, criticó que el presidente de la Junta, Manuel Chaves, diga que "no quiere hacer política con las cajas de ahorro, pero seguidamente ofrece un pacto político".

De las "guerras entre ciudades" por la sede, se desmarcó y tildó "disparatado" que "cuando una caja de ahorros aún no ha terminado de fusionarse con otra -en alusión a Cajasol-, porque no tienen ni el mismo sistema informático, se le obligue a fusionarse con otra".