Andalucía

¿Niño o niña?: en 6 semanas

  • Una muestra sanguínea permite conocer el sexo del feto y determinar patologías genéticas · La prueba cuesta 120 euros y el SAS la financia si es por diagnóstico

Satisfacer la curiosidad de los padres sobre el sexo de su futuro bebé a partir de la sexta semana de gestación, todo un récord teniendo en cuenta que, con las ecografías, hay que esperar hasta los cuatro o cinco meses contando con que el feto esté en buena posición, tiene un precio: 120 euros. Para los casos de diagnóstico médico, la prueba la financia la sanidad pública.

Por esta cantidad, los laboratorios Lorgen, con sede en Granada, ofrecen la posibilidad de conocer el sexo del bebé mediante un simple análisis de sangre de la madre en la que se busca el ADN del niño. Aunque se puede hacer desde las seis semanas, la máxima fiabilidad llega a las ocho semanas. El resultado llega al domicilio del interesado a las 48 horas.

La prueba, conocida científicamente como RT-PCR, supone un hito científico, ya que la mayor ventaja es su aplicación médica. Hay casos en los que es vital saber si lo que la madre espera es niño o niña, porque puede condicionar la aparición de una enfermedad genética, caso de unas 200 patologías, entre ellas, la hemofilia o la distrofia muscular de Duchenne.

Lorgen ha colaborado en el desarrollo de esta prueba con la Unidad de Medicina Fetal del Hospital Virgen de las Nieves de Granada. Han probado en más de 120 mujeres y han obtenido un 98% de fiabilidad.

"Para realizar la prueba basta con tomar una muestra de sangre periférica de la madre. No es una prueba invasiva con lo que se evitan riesgos tanto para la madre como para el bebé realizando las actuales pruebas" como la amniocentesis, que puede causar incluso el aborto, explicó ayer el responsable de la unidad de Medicina Fetal del Materno, Sebastián Manzanares.

En el hospital, realizan al año unas diez amniocentesis, un número bajo teniendo en cuenta que atienden unos 4.500 partos al año. La prueba se realiza sólo en casos indicados médicamente.

Determinar el sexo es importante en patologías como la hemofilia porque se sabe que la mujer es portadora y el varón la padece. Si se determina que el bebé es niña, se intenta eliminar la enfermedad y, si es niño, se iniciaría un tratamiento o se recomendaría la interrupción del embarazo, "que siempre es menos traumática a la sexta semana que a los cinco meses".

Según el director general de Lorgen, Javier Valverde, "aunque se puede saber desde la sexta semana, la fiabilidad aumenta considerablemente a partir de la semana ocho". Avanzó que trabajan en "poder determinar el grupo sanguíneo y factor RH del feto, importante clínicamente".

El "sueño dorado" en la investigación será detectar y diagnosticar el síndrome de Down por el ADN fetal presente en la sangre de la madre, explicó Manzanares. "Sería el final del camino y antes podríamos conseguir estudiar muchos genes más".

Lo importante de los análisis de sangre de la madre es que se puede hacer coincidir con la confirmación del embarazo la presencia de problemas por sexo o por la herencia de genes que predisponen a patologías.

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