Las bases de datos para saber quién y cuánto tiene que pagar en la farmacia al retirar las recetas emitidas en la sanidad pública no contienen información actualizada y eso está dando problemas. Así lo señaló ayer la consejera de Salud, María Jesús Montero, que pidió a la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, que asuma la responsabilidad de informar a los ciudadanos, dado que las bases de datos facilitadas a las autonomías para gestionar el nuevo copago son del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y ni el SAS ni los boticarios las pueden manipular.

Según explicó Montero, que compareció en un principio para difundir nuevos servicios de gestión de citas de Salu Responde, la información sobre la situación de aseguramiento de una persona y su nivel de renta -esencial para aplicar los diferentes tramos de copago farmacéutico- tiene como referencia la renta de 2010, establecida por la Agencia Tributaria: hay personas en ese tiempo que han cambiado de situación. Se han jubilado. Han encontrado empleo. O lo han perdido. Y esa situación, a su vez, puede ser ya distinta cuando las bases de datos se actualicen de nuevo. Las explicaciones, según Montero, las tiene que dar el Ejecutivo central y, más concretamente, la representación del mismo en la comunidad autónoma. De ahí que la consejera pidiese ayer a Crespo que habilite una línea de comunicación para que la gente pueda aclararse. "Desde la Consejería de Salud no podemos responder a aquello sobre lo que no tenemos competencias", dijo.

Montero se quejó además de que el circuito de discrepancia previsto por la Administración central establezca que, en caso de duda, se pregunte al INSS, a la Agencia Tributaria o, si no, al centro de salud. Para la consejera, eso "no es leal", amén de someter al personal a un mareo burocrático notable: "No nos gusta que los ciudadanos vayan peloteando de una ventanilla a otra", dijo.

En el contexto de la reforma sanitaria del Gobierno central, para Montero, este problema no tiene un origen tecnológico sino ideológico: sería una consecuencia de hacer girar la sanidad pública alrededor del perfil de aseguramiento individual más que en torno a la idea de protección social.

En lo que la tecnología se refiere, por otra parte, los colegios de boticarios señalaron ayer que la receta electrónica y la aplicación del copago ya funcionan con normalidad tras los problemas de los primeros días de la entrada en vigor del nuevo copago.